Las cifras del paro, realidad virtual

OPINIÓN

Alejandro Martínez Vélez | EUROPAPRESS

04 jun 2022 . Actualizado a las 21:14 h.

Existen dos realidades diferentes. Por un lado tenemos la vida real, en la que la gente estudia, trabaja o va al paro y, en general, pelea por llegar a fin de mes y sacar su vida adelante. Y por otro lado tenemos un mundo paralelo, una realidad virtual alternativa, que hasta ahora parecía circunscrita a las redes sociales (porque son muchos los que creen que la vida se vive en Twitter y Facebook) pero que ahora estamos descubriendo que también existe en otro ámbito: el de las estadísticas.

¿Realmente nuestros políticos creen que no incluyendo en las listas de espera a un paciente que necesita una operación están solucionando el problema de las demoras en la sanidad? ¿De verdad piensan que por no computar en las estadísticas del paro a una persona que está en su casa sin trabajar y que quiere un contrato estamos arreglando el problema del desempleo?

Un ejemplo. Los cientos de miles de trabajadores temporales de hostelería que el año pasado tuvieron un contrato temporal en primavera y verano, para hacer frente a la avalancha de turistas, pasaron a ser cientos de miles de parados en el mes de octubre. Este año, como tienen un contrato fijo discontinuo (se han firmado 400.000 desde la entrada en vigor de la reforma laboral), cuando llegue el mes de octubre ya no serán parados. Por arte de magia. Bueno, más bien, por arte de estadística.

¿Ha cambiado algo de un año para otro? No. ¿Esos trabajadores seguirán en su casa sin empleo durante todo el otoño y todo el invierno cuando en realidad son personas que desean trabajar y no encuentran empleo? Sí. ¿Aparecían en las estadísticas del paro hace un año? Sí. ¿Aparecerán ahora? No.

Esta paradoja la puso sobre la mesa Feijoo hace un par de días y desató la polémica. Con razón. Razón tiene también el Gobierno cuando dice que hace 25 años que se computan así los fijos discontinuos. Pero que eso sea cierto, que algo lleve 25 años haciéndose de determinada manera, no quiere decir que esté bien ni que deba seguir haciéndose igual. Sobre todo cuando el Gobierno y su ministra de Trabajo saben que, con los cambios que trajo la reforma laboral, lo que antes eran contratos temporales ahora son en muchos casos fijos discontinuos, y lo que octubre tras octubre eran parados en las estadísticas del desempleo ahora son desaparecidos.

Ya sabemos que el márketing es básico en nuestra sociedad, que venderse bien es la clave del éxito. Llegará el otoño y Yolanda Díaz y Escrivá saldrán a decir que por primera vez en un montón de años seguimos por debajo de tres millones de parados. Y saldrá su jefe, Pedro Sánchez, a felicitarse por tal hazaña. Pero eso no será márketing, eso será hacer trampas al solitario. Porque 400.000 fijos discontinuos estarán en sus casas, sin ingresos (o cobrando el paro en el mejor de los casos), sin opción de encontrar un trabajo y pensando cómo van a hacer para pagar la luz, el agua, el alquiler y la compra. Pero la vida real no importa. Lo que importa es la realidad virtual alternativa que muestran las estadísticas.