Laura Pausini fue esta semana a divertirse a El hormiguero, pero la alegría del programa le duró bien poco. La cantante se sentó junto a Pablo Motos y sus compañeros de La voz en lo que iba a ser una amable sesión de promoción del concurso de Antena 3, pero acabó envuelta en una polémica inesperada a cuenta de Bella Ciao, la canción de la resistencia antifascista italiana que, gracias a la fama La casa de papel, hoy suena con ritmos electrónicos y despojada de todo significado en discotecas, estadios y festivales. La controversia llegó por un momento en el que Pausini se negó a cantarla con espontaneidad y cambió de tema sin darle importancia: «Es una canción muy política y yo no quiero cantar canciones políticas», zanjó. Pero las redes sociales, con su instinto censor, tardaron poco en etiquetarla de fascista y echarla a los leones. La cantante, que salió dos veces a justificarse, consiguió justo lo contrario de lo que quería, que era esquivar el debate político. En España la atacó Adriana Lastra y, en Italia, la felicitó Matteo Salvini.
Solo un día después, en la misma mesa de El hormiguero, el actor Karra Elejalde contribuyó a definir estos tiempos que vivimos. Reconoció que una película como Airbag hoy jamás habría llegado a rodarse. «Los guionistas nos autocensuramos antes de que nos lo hagan», advirtió.