Los niños viven esta época con mucha ilusión. Disfrutan de cada momento y merecen un trato especial y, aunque no es necesario preparar un menú diferente para ellos, seguro que agradecerán que se recuerde sus gustos y preferencias.
A casi todos los platos se les puede dar un toque distinto que a los más pequeños les resulte atractivo. Utilizar elementos de presentación novedosos les hará ver la comida de manera diferente y les parecerá más apetecible. Anímese a probar.
No se preocupe en exceso cuando se aventure a preparar una comida infantil. Estarán tan nerviosos que no serán conscientes de lo que están comiendo, pero es importante tener en cuenta su edad para seleccionar los alimentos y texturas más adecuadas.
Si tienen algún problema de salud, como alergia a algún alimento, lo mejor es excluirlo directamente para evitar que lo coman de manera inadvertida y se genere un serio problema que acabe con la fiesta en el hospital. Consulte a su familia si van a ser sus invitados y adapte el menú a sus necesidades.
Si son niños de los que «solo comen una cosa», puede prepararla para evitar problemas o intentar que se animen a probar algo nuevo. Ambas soluciones son buenas para que la comida se desarrolle con tranquilidad, pero la primera aumenta las probabilidades de conseguirlo. Usted decide.
Si quiere preparar algo especial, adecuado y para todas las edades, puede elaborar recetas divertidas como unos pinchos de uva (sin pepitas) y queso (suave) ensartados en unos atractivos palillos y colocados en cestillas de papel de colores. También puede comprar empanadillas variadas ya elaboradas o prepararlas usted utilizando el relleno que más les guste (carne picada, atún, vegetales o mejillones, por ejemplo) y envolverlas en servilletas de colores alegres.
Otra buena idea es elegir frutas de temporada, combinarlas con frambuesas y aderezarlas con un toque de caramelo o chocolate líquidos para elaborar unas saludables brochetas de frutas.