Ganarse el liderazgo

Pedro Armas
Pedro Armas A MEDIA VOZ

OPINIÓN

PEDRO NUNES | REUTERS

15 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Si no tenemos líder, lo echamos en falta, y si lo tenemos, lo criticamos por híper liderazgo. Necesitamos un líder, aunque sea para culparle de todos los males o para cargarle con todas las frustraciones. El líder ha de asumir la primera regla del liderazgo: si pasa algo, la culpa es suya, y si no pasa nada, también.

La RAE define líder como el que dirige un partido o colectivo. Son líderes Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Feijoo, Ayuso o Abascal; lo eran Pablo Iglesias o Albert Rivera. Sin embargo, una cosa es ser líder y otra tener liderazgo. El liderazgo es intangible, inmaterial, si bien puede mejorar mucho la vida material del líder; sobre todo cuando deja de serlo, pasa a formar parte del consejo de administración de una multinacional, se retira al consejo consultivo de una autonomía o del Estado, accede a un alto cargo en un organismo internacional, ficha por un prestigioso bufete o se dedica a dar conferencias en foros donde las pagan bien.

El liderazgo es un constructo que requiere el reconocimiento social de la autoridad. Hay quien cree que lo tiene porque ha sido elegido, mediante primarias pseudo democráticas o designación dedocrática, para controlar al partido. No hay que confundir liderazgo con control. Hay quien cree que lo tiene porque en momentos críticos se le han atribuido actuaciones concretas valoradas positivamente. No hay que confundir liderazgo con resolución puntual de problemas.

El liderazgo ha de ejercerse de modo continuado y cotidiano, trabajando en equipo (delegando, incentivando, innovando), priorizando medidas de auténtica necesidad, tomando decisiones y comunicándolas convenientemente. El líder ha de ser un referente, no un influencer. Para tener liderazgo, además de empatía e inteligencia emocional, hace falta carisma, capacidad para fascinar. En el deporte hay carismáticos que no son líderes (Rafa Nadal) y líderes que no son carismáticos (Luis Enrique). En la política actual hay bastantes líderes, pero pocos se han ganado el liderazgo.