Cercanía y competencia

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

CARMELA QUEIJEIRO

18 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las profesiones de la salud y de la enseñanza suelen ganar a las demás en la estima de la gente. Allí donde disponen de series de encuestas anuales, se percibe mejor hasta qué punto ese aprecio goza de una estabilidad abrumadora a la que, en España, se acercan un poco los científicos, los policías y los bomberos. En los últimos 21 años las enfermeras encabezan la encuesta del instituto demoscópico Gallup sobre las profesiones más confiables y éticas en Estados Unidos. En España, supongo, ganaban los médicos (la serie del CIS dejó de publicarse en el 2017) solo porque no se preguntaba por las enfermeras.

Los profesionales de la enfermería y los docentes, sobre todo los de primaria y secundaria, comparten un difícil equilibro entre la competencia científica y la comunicadora. No puede ser buen profesor quien no sabe de la materia que explica, del mismo modo que no hay buen enfermero si carece de la necesaria formación científica y técnica. Pero luego se necesita la cercanía que genera confianza y permite ver a las personas para poder remangarse y ayudar a cada uno según lo que necesita. Una enfermera me preguntó cierta vez por qué estaba enfadado. Le dije que solo estaba decepcionado y que me sorprendía que lo hubiera advertido. Contestó que saber mirar era una parte muy importante de su trabajo. Con los profesores ocurre lo mismo.

En esas clasificaciones de estima, los políticos de cualquier nivel ocupan los últimos puestos. Quizá la percepción negativa tenga que ver con problemas de capacitación y de cercanía. La ausencia de cualquiera de ellas produce desalmados: docentes y enfermeras crueles. En los políticos, esa brutalidad se multiplica por un número mayor de afectados.