Lo nuevo de la nueva política

OPINIÓN

Miguel Villar

03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante el 15-M, algunos boomers, de la generación X, brindaban con los millennials, de la generación Y, por la nueva política, creyendo que en las copas había champán, pero había gaseosa. Poco después, los centennials, de la generación Z, se declaraban abstemios ideológicos. Frente a las inercias del bipartidismo turnista, surgían nuevos partidos inconformistas y reformistas. El 15-M captaba bien el hartazgo derivado de la corrupción, acuñando conceptos como casta. Había una demanda social de regeneración ética de la política, pero el movimiento no era revolucionario, de hecho, mantenía un espíritu conservador en cuanto a la estabilidad del statu quo, alejado de la lucha de clases, pues por algo los nuevos líderes pertenecían a la clase media urbana y la mayoría de sus votantes también. 

Los nuevos tiempos traían una evidente renovación generacional de los líderes. Partidos históricos, como el PSOE, tomaban nota y llevaban a cabo una aparente democratización interna, mediante procesos de primarias, que, a través del control de censos, voto cautivo, caudillismo y efecto placebo en la militancia, serían muy eficaces para la elección de líderes orgánicos, no tanto de líderes sociales.

Podemos, las Mareas y similares recuperaban para la política a los jóvenes, con un discurso transversal que cuestionaba las clases, las ideologías y las bondades de la Transición. Sus líderes, profesores universitarios, primero renunciaban a la izquierda, para diferenciarse, y luego hablaban de recuperarla, para frenar a la ultraderecha. La mayoría de sus votantes pertenecían a la clase media: hijos con buena formación, pero con problemas de incorporación al mercado de trabajo, y padres con cierto poder adquisitivo. Cuesta ahora convencerles de que la clave política no está en la sustitución de las élites, ni en la meritocracia aspiracional, sino en el laborismo. Andan distraídos con otros asuntos (identitarios, emocionales, clitorianos…), dando por hecho que eso es lo nuevo de la nueva política.