Carrera por la sucesión

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Hasta ahora la serie de HBO Max era buena, pero después de La boda de Connor se ha vuelto inconmensurable

12 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Al clan de los Roy le sucede lo mismo que a Mae West. Si en algún momento fueran buenos serían muy buenos, pero cuando son malos son mucho mejores. Si en lugar de constituir un imperio empresarial fueran una monarquía, el orden dinástico resolvería de antemano las tiranteces que entorpecen el proceso de designar quién se queda con el cetro del poder. Pero en Succession el futuro es incierto y está por escribir. La carrera por la herencia arrastrada durante tres temporadas se acelera después del memorable tercer capítulo de la cuarta remesa, que será la última. Hasta ahora la serie de HBO Max era buena, pero después de La boda de Connor se ha vuelto inconmensurable. Y no es solo por el choque que causa en el espectador el giro inesperado de su trama. Es, sobre todo, por el modo en que ese suceso determinante se narra fuera de plano y se resuelve sin dejar el desenlace abierto hasta la próxima semana, como haría cualquier serie convencional. Aquí lo importante son las consecuencias que esto produce, las reacciones y las miradas de estos millonarios, amorales y patéticos, contadas en una escena impactante grabada en tiempo real con varias cámaras, como si fuese una retransmisión en directo. Cualquiera de estos personajes podría haberse perpetuado muchas temporadas más, pero Succession ha prometido acabar en lo más alto y va camino de cumplirlo.