No se juzga a una madre

OPINIÓN

JAVIER BELVER | EFE

20 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando una madre decide no dar el pecho tiene la sombra alargada de las miradas que la juzgan. Igual que las que hacen colecho, o las que dan a luz por cesárea o las que meten a sus hijos en las guarderías al poco de nacer, o aquellas que se ven obligadas a dejar a sus bebés con los abuelos para ganarse el pan. Las madres se han tenido que ir quitando el polvo de los constantes prejuicios a los que están sometidas, y cada madre, siempre, es única. Y la mejor que puede ser. Pero nos faltaba dar un paso adelante, ese que ha conseguido la actriz Melani Olivares esta semana, para ponernos delante de otro de los tantos pesos que llevamos encima. Melani ha confesado que cuando estaba a punto de ir a buscar a su hija adoptiva a otro país se quedó embarazada de alguien que desconocía y decidió no seguir adelante con la gestación. Melani primó a su hija adoptiva sobre ese ser que gestaba en su vientre, con el que compartía genética, porque sintió que lo que llevaba en su interior no era un hijo. No el que ella deseaba y que la esperaba a miles de kilómetros en Etiopía. Y nos ha dado otra lección que nos ha sacudido por dentro. No se es más madre por estar embarazada y no se es más madre de un hijo que llevas en el vientre que de un hijo que nace del alma. De un bebé que has parido con el amor y que te desgarra con el mismo dolor. El valor de Melani es el de todas las madres, el de todas las madres de corazón.