¿Qué es el lupus?

Eduardo Vazquez Martul MÉDICO PATÓLOGO

OPINIÓN

Lavandeira jr | EFE

04 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Recientemente he leído un excelente artículo titulado La esperanza llega al lupus, encabezado por la noticia de que el descubrimiento de una mutación en una niña aquejada por esta enfermedad desvela la causa genética. Mis respetos y gran admiración por la expresidenta de la Asociación Gallega del Lupus. Su entereza reforzada por su gran lucha contra esta dolencia queda bien reflejada en su exquisito artículo. Pero más de un ciudadano de a pie se preguntará o querrá indagar algo más de esta afección compleja y no tan rara.

Por su frecuencia en mujeres entre 20-40 años, (según el Registro de Enfermedades Renales, está entre la segunda o tercera causa de afectación renal por enfermedad secundaria), y por su sombrío pronóstico, sobre todo en aquellas formas graves que afectan no solo a la piel y articulaciones, sino también al riñón, corazón o sistema nervioso central, son suficiente motivo de interés sanitario.

Es una enfermedad muy compleja que no podemos simplificar en una sola etiología o causa genética. Debido a diversos mecanismos etiopatogénicos inmunológicos, se manifiesta con múltiples manifestaciones clínicas que llegan a constituir un verdadero síndrome, Síndrome lúpico, y causante de diferentes tipos de daño de órganos, empezando por la piel en formas leves, hasta complejas lesiones histológicas que se demuestran tras la biopsia de los órganos afectados, sobre todo el riñón muy bien expuesto en la literatura médica, ocupando un amplio capítulo en los tratados de medicina, con el objetivo de conocer el tipo de lesión histológica indicadora de un determinado pronóstico y consecuentemente la selección del tratamiento inmunosupresor adecuado, que siempre tendrá como base bloquear el sistema inmune, en este caso «autodestructor», causante del fracaso del órgano.

Pero al mensaje, en relación con el descubrimiento de una causa, necesita aclarar que no solo hay un lupus, sino que, como enfermedad autoinmune (el propio sistema inmune genera autoanticuerpos contra estructuras propias), existe una extensa variedad de autoanticuerpos dirigidos contra diversos elementos: anti ADN de los núcleos celulares (ácido desoxirribonucleico- nuclear), y también antihistonas, ácidos ribonucleicos y un largo listado de elementos con base genética ya conocida.

Esta extensa variedad de autoanticuerpos caracteriza diferentes formas clínicas, sobre todo en la edad infantil, mas grave, a la vez que la emparentan con otras enfermedades autoinmunes muy similares como es el síndrome antifosfolipídico con el que comparten muchos aspectos.