Úrsula Corberó, una Rosa con muchas espinas

OPINIÓN

Kiko Huesca | EFE

12 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una serie de maratón, de las que coges y no sueltas. El cuerpo en llamas, que acaba de estrenar Netflix, te deja en cada capítulo la necesidad de seguir viendo el siguiente. En realidad es la necesidad de seguir viendo a Rosa. Rosa es Úrsula Corberó, que vuelve a salirse en un papel complejo en lo que ahora se llama true crime. Está basada en una historia real y eso importa, por supuesto, pero casi diría que es lo de menos en esta serie fantásticamente bien interpretada por todos sus protagonistas. Por encima de todos está ella, Rosa, Úrsula, que ha conseguido que olvidemos de un plumazo a la Tokio de La casa de papel. Parecía difícil no encasillarla, y ahí está la Corberó para borrarlo todo. Rosa es intensa, sensual, fría, ardiente, sensible, inquieta, hipnótica... Caben muchos calificativos en un papel complejo en el que Úrsula da espacio a varias Rosas: la madre, la amante, la mujer, la hija, la esposa, la ¿asesina?, ¿la víctima?... No es necesario hacer spoiler, pero creo que la disfrutarán más aquellos que no conozcan el caso real y eljan no documentarse antes de verla. Es preferible enfrentarla así, como una ficción de altura, que vuelve a demostrar los buenos actores que tenemos. Úrsula es el sostén y el centro, pero ahí está también Quim Gutiérrez para darle la réplica con toda la fuerza de una historia inquietante como pocas. Pero vean, sobre todo, a Úrsula Corberó, es una Rosa con muchas espinas que les hará sangrar.