Licencia de taxi: ¿qué vale hoy la palabra de una persona?

Miguel Ángel Pardo Aldegunde / Cayetana Álvarez Sánchez / María Frades / Enrique lópez de Turiso. CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

04 oct 2023 . Actualizado a las 08:21 h.

Dieron su palabra y después...

Recuerdo aquellos tiempos en los que mi abuelo me contaba que en su época la palabra de una persona era sagrada. Tiempos en los que para cerrar cualquier tipo de trato o negocio bastaba con un apretón de manos y eso tenía tanto valor como una firma ante notario.

Ahora quiero referirme al valor de la palabra hoy en día y más concretamente al valor de la palabra en el sector del taxi en A Coruña. En el plazo de pocas semanas un gran amigo mío ha sufrido las consecuencias de personas que han faltado gravemente a la palabra dada. En dos ocasiones consecutivas había cerrado la compra de una licencia de taxi con dos propietarios. Y tras muchos trámites y pérdida de tiempo en los dos casos, uno en primer lugar y el otro poco después, el propietario se echó atrás con excusas faltas del más mínimo sentido, tras haber cerrado la operación. Y todo ello justo el día antes de tener cita ante notario ya reservada y con una fría y cobarde llamada de teléfono.

Señores propietarios de licencias de taxi de A Coruña, piensen bien si quieren o no quieren vender y las consecuencias de ello antes de hacer perder el tiempo a los demás y arruinarles su vida y sus expectativas profesionales. No pueden pretender tenerlo todo: el trigo en la finca y el pan en la artesa, o sea la licencia y el dinero. No den su palabra en falso porque eso va en detrimento de su categoría como personas. Miguel Ángel Pardo Aldegunde. A Coruña.

 Tierra solo apta para funcionarios

Leo con atención la noticia en que el presidente de la Xunta expresa su deseo de que retornen 30.000 gallegos emigrados. Me pregunto si no será mejor evitar que nos sigan echando de nuestra tierra a familias enteras como a la mía (marido y mujer empresarios, nacidos y formados en nuestra querida Galicia y con tres niñas que nunca sentirán morriña).

Nos vimos obligados a emigrar en busca de mejores oportunidades ante el frenesí legislativo sin sentido y la avaricia recaudatoria de la Administración, un ente impersonal con el que ya no tenemos ni derecho a discutir.

Mejor cuidar lo que ya se tiene y no convertir la comunidad en tierra solo apta para funcionarios.

Y esto lo hace el PP. Cayetana Álvarez Sánchez.

El descaro de las ayudas para vivienda 

Después del comer, el tener un techo es la primera necesidad para cualquier ciudadano. No puede calificarse sino de criminal el no distribuir de urgencia el dinero que el Gobierno ha dado a las comunidades para el alquiler joven. Sin embargo, incluso donde el alquiler es cada día más caro, como Madrid, los jóvenes ven retrasada hasta un año esa ayuda vital. No sabemos qué hará Ayuso mientras con ese dinero, pero sí que tiene, con su típico descaro, el valor de echarle la culpa a los mismos perjudicados, por «poco interesados», «mala presentación de datos», etcétera. En Andalucía, también con el dinero hace tiempo en su poder, Moreno Bonilla ha tramitado ni el 20 % de las solicitudes, con parecidas excusas. Otro «gracioso», como el calificar a su común empresa de partido «popular». Lo será para los millonarios que utilicen esas prácticas para enriquecerse. María Frades. Madrid.

 Peligrosa hipocresía

A la desgracia nacional de España, con partidos que, incapaces de buscar acuerdos, se enzarzan más bien al contrario en el deterioro de nuestro sistema de convivencia y de desarrollo, se suma el terrible contexto en el que estamos inscritos.

1.- Deterioro en USA, donde dos gerontócratas seniles imponen un modelo que se quedaría en su propia autodestrucción, de no ser porque lo que acontezca en Estados Unidos nos afecta a todos, empezando por el devenir de la guerra en Ucrania.

2.- Detrimento europeo. Incapaces los Estados miembros de alcanzar acuerdos en ámbitos tremendamente sustanciales como el fenómeno migratorio desbordado, la descarbonización, cuya falta provoca sequías y arrasa con montes, la inserción tecnológica o la defensa común.

Todavía va a tener razón el Partido Popular, más allá de su dramática cantinela de destrucción anunciada mediante la que blandir y justificar su ira política sobre el partido rival. Esto se nos está yendo a la porra, y nuestros representantes hipócritas aplauden con las orejas. Enrique López de Turiso. Vitoria.