La medicina sumergida en el océano

Alicia L. Bruzos GENETISTA. ACTUALMENTE EN LA UNIVERSIDAD DE CAEN NORMANDIE (FRANCIA)

OPINIÓN

María Pedreda

03 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante más de un siglo, los investigadores han estado observando o copiando las habilidades de las criaturas del océano para curarnos mejor. Se han concedido nada menos que trece premios Nobel de medicina o de química por trabajos basados ??en organismos acuáticos. En 1882, un zoólogo que estudiaba las larvas de estrellas de mar descubrió el fenómeno de la fagocitosis, la capacidad de algunas células de ingerir bacterias u otras partículas para defendernos. Aunque no hace falta irse tan atrás. En el 2008, el premio Nobel de medicina se otorgó a los investigadores que extrajeron una proteína verde fluorescente de una medusa. Esta proteína es una de las herramientas más utilizadas en ciencia porque nos permite ver procesos previamente invisibles, como la diseminación de las células cancerosas o el desarrollo de la enfermedad de alzhéimer. El mecanismo iónico de cómo se inician y transmiten los potenciales de acción en las neuronas se descubrió experimentando con calamares y entendemos mejor el ciclo celular gracias al estudio de huevos de erizos de mar.

Por otro lado, más de mil compuestos aislados de organismos marinos tienen actividad antiviral o anticancerosa. Es el ejemplo de una sustancia que ataca a tumores que investigadores españoles extrajeron de una ascidia que se encuentra en aguas poco profundas del archipiélago balear. Actualmente se sintetiza en el laboratorio y está homologada como tratamiento contra ciertos cánceres de la sangre. El futuro de los analgésicos también podría venir del fondo del mar gracias al veneno paralizante de un pequeño caracol que vive en las aguas cálidas del Caribe. Un derivado de su veneno se ha demostrado que es más eficaz que la morfina y con menos efectos secundarios.

Dado que se enseña poca o ninguna historia de los descubrimientos, generalmente se pasan por alto las contribuciones de los organismos marinos en los avances científicos. Sin embargo, no debemos olvidar que el océano es la cuna de la vida en nuestro planeta y que sigue siendo el hogar de una cantidad de vida extremadamente diversa. El estudio de los animales marinos puede parecer poco relevante dado que no vivimos en el océano, pero, como hemos visto en los ejemplos anteriores, pueden ser la clave para entender o tratar una enfermedad.

Desde hace ya un tiempo, entender las bases moleculares del cáncer es uno de los grandes retos de la comunidad científica. Casualmente, algunos bivalvos marinos como berberechos, almejas y mejillones padecen un cáncer muy peculiar, un cáncer que se ha vuelto contagioso. Estos días, investigadores gallegos y americanos, hemos publicado dos estudios independientes sobre la genética de estos cánceres en bivalvos marinos. Entre otros hallazgos, descubrimos que algunas mutaciones han deteriorado el genoma de las células tumorales y que las células de cáncer roban mitocondrias a las células sanas. En el laboratorio seguiremos estudiando el cáncer de los berberechos para entenderlo mejor y a ti te invito a sumergirte en el mundo de la investigación de la vida marina.