Ser un fan genuino de Star Wars podría no ser garantía suficiente para disfrutar a fondo con su nueva derivada, Ahsoka. La serie de Disney+ puntúa alto en la clasificación de esta franquicia, pero el punto de vista del espectador gana más cuando este conoce previamente el contexto más específico de sus personajes. Para deleitarse con Ahsoka Tano y sus colegas, el punto de partida ideal es haber visto las series de animación Las Guerras Clon y Rebels, de las cuales se extraen las claves para entender, y justificar, las motivaciones de los personajes, sus visiones metafísicas y la relevancia de las misiones que los llevan a cruzar galaxias a bordo de naves y animales fantásticos.
La guerrera no ha tenido protagonismo en los largometrajes de Star Wars, que son el germen y el producto prémium, y, sin embargo, se ha asentado como mujer fuerte de la galaxia y uno de los personajes favoritos de los seguidores. Aquí su figura crece y gana interés con una propuesta donde son ellas las que mandan y las que desobedecen.
Desde que Disney entró en juego, lucha por aferrarse a todos los cabos sueltos de la invención de George Lucas para seguir abriendo nuevos caminos. Aquí lo hace intentando darle a cada uno lo que le gusta, reforzando una estética que se acerca a Juego de tronos sin perder la distensión humorística de los personajes infantiles marca de la casa. Puede que Ahsoka no sea perfecta, pero la fuerza es intensa en ella.