La paradoja rusa

Carlos G. Reigosa
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OPINIÓN

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

16 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La misma Rusia que permanece en guerra contra Ucrania, sin ninguna perspectiva de entendimiento a corto plazo, es quien ahora se ha apresurado a manifestar su preocupación por la violencia entre Palestina e Israel, y ha pedido que se retorne cuanto antes a unas negociaciones de paz. Lo cual parece encerrar una extraña paradoja conceptual al no aceptar para su comportamiento bélico con Ucrania lo que pide para el conflicto palestino-israelí. 

Rusia considera que lo ocurrido ahora en el entorno israelí es «una gran escalada de la situación, derivada del crónico fracaso del cumplimiento de las resoluciones de la ONU y del bloqueo de Occidente a la labor del Consejo de Seguridad», y ha pedido a palestinos e israelíes un alto el fuego y el desarrollo de un proceso de negociación para lograr una paz integral y duradera en Oriente Próximo. Palabras que bien podrían valer para definir un horizonte igualmente deseable en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero no parece que vaya a ser así.

La realidad es que los conflictos vienen determinados por los diferentes intereses de los países concernidos. Así, Rusia parece tener fórmulas claras para atajar y corregir el choque entre palestinos y judíos, pero no se le ocurre ninguna —aparte de la propia guerra— para ponerle fin al conflicto bélico que mantiene con Ucrania y que no tiene visos de concluir.

De este modo, la paradoja rusa pronto podría verse reflejada en un espejo israelí. No se olvide que, como bien dijo Henry Kissinger, «la I Guerra Mundial fue una guerra que nadie quería y una catástrofe que nadie pudo haberse imaginado». Y es que así degeneran los conflictos, con casi todos convencidos de que «la mejor forma de defensa es el ataque», como dijo Carl von Clausewitz. En contra de ellos, el gran escritor ruso León Tolstói aseguró que «los dos guerreros más importantes son la paciencia y el tiempo». Pero, tal vez, en el conflicto ahora reinaugurado nadie tenga en cuenta el tiempo pasado. Por ello, aún es imposible predecir lo que va a suceder, aunque ya se intuye un final muy dramático en Gaza, mientras que todavía continúa la incertidumbre en Ucrania.