Lecciones de la inmunización contra la bronquiolitis

Carlos Príncipe AL DÍA

OPINIÓN

María Pedreda

08 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este año es el primero, y ha sido Galicia la primera comunidad en decidirse a hacerlo, que pudimos administrar a nuestros niños menores de 1 año unos anticuerpos que impiden que el VRS (virus sincitial respiratorio) penetre en las células del sistema respiratorio y desarrolle la temida bronquiolitis.

Esta enfermedad es especialmente grave en niños menores de un año —cuanta menos edad, más fácil es que el cuadro clínico sea peor— y es la principal causa de consulta y de ingreso de los lactantes en Galicia y en el resto de España.

Las autoridades sanitarias decidieron aplicarla a todos los prematuros y también a todos los niños nacidos después del 1 de abril del 2022. Quedaron excluidos de esta experiencia los lactantes nacidos en octubre, noviembre y diciembre del 2022 y los nacidos en enero, febrero y marzo del 2023.

Una primera lección es que, tal y como sabíamos, la incidencia de bronquiolitis en menores de un año de edad ha descendido significativamente. El número de consultas en atención primaria y urgencias por esta causa ha sido muy inferior a otros años, exceptuados los del aislamiento por la pandemia del covid.

En mi consulta, los casos graves de bronquiolitis han sido menos de la mitad del año pasado. Esto ha sido un fenómeno generalizado, es decir, el anticuerpo ha protegido mejor de lo que esperábamos a nuestros niños mas pequeños. Un éxito evidente que se ha reflejado también en una caída similar de los ingresos hospitalarios, y ya no digamos el éxito para evitar ingresos en UCI pediátrica en nuestra área sanitaria y en toda Galicia.

La segunda lección que he aprendido en mi práctica profesional diaria es que los casos más complicados justamente se dieron en aquellos lactantes que no habían recibido los anticuerpos, por haber nacido antes del 1 de abril del 2023. De esos pacientes, solo uno precisó ingreso hospitalario (seis días), los otros se mantuvieron en domicilio.

Se perfectamente que mis números son demasiado pequeños para deducir resultados estadísticamente aceptables, pero mi instinto profesional me dice que deberíamos extender la protección a todos los niños que cuando se inicia la administración de anticuerpos tienen menos de un año.

En el área de Vigo serían aproximadamente mil niños más; en términos económicos, 200.000 euros de gasto más que el actual, pero es mucho más el dinero que ahorraría el sistema en consultas e ingresos. En mi experiencia, el sistema ganaría dinero.

Además de que extender la administración de anticuerpos a todos los menores de un año es rentable económicamente para las arcas públicas, nuestras familias y nuestros niños menores de un año y su mejor calidad de vida valen más que esos 200.000 euros.

Para eso sirve en una sociedad democratica la política y las políticas públicas, para solucionar problemas que todos identificamos como problema y que tienen soluciones asequibles y que unen a las comunidades.