Turno de oficio

Pedro Armas
Pedro Armas A MEDIA VOZ

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

05 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El artículo 24 de la Constitución garantiza un derecho fundamental: la tutela judicial efectiva, las 24 horas del día, gracias al turno de oficio. A mediados de los ochenta, los boomers lo conocimos a través de la serie homónima de TVE, en la cual los abogados Cosme, Eva y El Chepa (Echanove, Elías y Galiardo) mostraban, con realismo, sus defectos personales y sus dificultades profesionales para lidiar con los jueces y los delincuentes de aquella democracia recién estrenada. En la secuela de mediados de los noventa se metieron en asuntos peliagudos, como la normalización de la homosexualidad. Sin embargo, los millennials han conocido el turno de oficio por series americanas de ficción.

Aquí y ahora, el turno es híper realista. Por ejemplo, los más de mil abogados de oficio en los juzgados de A Coruña y Vigo tanto tienen que intervenir en un divorcio como asistir a un detenido en la comisaría, acompañarlo en el registro o reconstrucción de los hechos, redactar un recurso o defenderlo en la vista, cuando ha sido denunciado por conducir borracho, atracar con reincidencia, no disponer de papeles, ocupar una vivienda ajena, resistirse a un desahucio o, cada vez más, por maltratar a su pareja. De hecho, los casos de violencia de género recaen mayoritariamente sobre el turno de oficio. Y es que el turno no es un período de prácticas para graduados, sino que exige años de profesión y cursos de especialización.

Que sea vocacional y voluntario, para el abogado, y entre barato y gratuito, para el acusado, no debe implicar que la contratante, Xunta de Galicia, pague poco y tarde, use eufemismos como «compensación económica» o «asistencia», no cotice por las horas trabajadas y no remunere las guardias per se. Así, convierte al profesional en un falso autónomo, que presta un servicio, sin bajas ni vacaciones, por el que en un bufete privado podría quintuplicar tarifas. En vez de incentivar el turno de oficio, lo desincentiva. Los abogados del turno están en huelga. Los retrasos debidos a la misma se notan poco porque tenemos asumida la lentitud de la justicia. No somos jueces para decir que la situación del turno de oficio es injusta, pero sí para decir que es injustificable.