Todo parece indicar que las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, convocadas para el 5 de noviembre de este año, se van decantando ya por un desafío entre el actual presidente, Joe Biden, y el anterior titular de la Casa Blanca, Donald Trump…, salvo si alguno de los procesos judiciales que este último aún tiene abiertos pudiera acabar por excluirlo de la carrera electoral.
A pesar de sus muchos problemas con la justicia, Trump se apresuró a anunciar su candidatura el pasado 15 de noviembre, para que nadie albergase dudas sobre su firme determinación de recuperar el puesto que en su día ocupó como el 45 presidente de EE.UU., y que desde entonces no ha dejado de añorar. Porque él sí que disfrutó en el cargo, hasta el extremo de inmolarse en su propio disfrute, algo que no pudo evitar a pesar de ser una de las 766 personas más ricas del mundo, con un valor neto de más 3.000 millones de dólares. El presidente más rico de la historia de Estados Unidos.
¿Por qué quiere volver? Porque nunca quiso (ni supo) irse. Por ello se afana en recuperar el puesto que tuvo entonces y que jamás quiso perder. Y luchará con todas sus armas por volver a la presidencia que un día ocupó y que él mismo desbarató. Porque cuando se fue ya sentenció: «Volveremos de alguna forma». Y ahí está, intentándolo.
Enfrente tendrá a Joe Biden, el actual presidente desde el 20 enero del 2021, el cual, con 78 años, se ha convertido en la persona que llegó al cargo con más edad. Algo que será aún más notorio —cuatro años después— en la próxima cita electoral. Tras derrotar a Trump, Biden firmó, en sus primeros días como presidente, 17 órdenes ejecutivas para reencauzar el rumbo. Volvió a unirse al Acuerdo Climático de París, puso fin al estado de emergencia nacional en la frontera con México, volvió a sumarse a la Organización Mundial de la Salud (OMS), revocó los permisos para construir el oleoducto Keystone XL… Lo que quiere decir que en las primeras semanas tuvo que firmar más órdenes ejecutivas que ningún otro presidente de Estados Unidos.
¿Qué va a ocurrir ahora? Si la Justicia no frena a Trump, estaremos ante otra de sus memorables batallas. Pero es demasiado pronto para pronunciarse, porque el viejo Biden también tiene acreditadas sus opciones, a pesar de algunos fallos lamentables.