
La tensión superficial de un líquido es la energía necesaria para aumentar su superficie en la unidad de área. Una definición abstracta. De todos modos, pueden tener una idea clara de la tensión superficial si han visto los insectos, llamados hidrómetra y conocidos como zapateros, moverse por la superficie del agua, sin hundirse. No se hunden porque la superficie del agua tiene una estructura de lámina tensionada, es decir porque hay tensión superficial.
La explicación es la siguiente: una molécula del interior del líquido está rodeada por todas partes de otras moléculas que ejercen la acción simultánea y regular de las fuerzas de cohesión, por lo cual dicha molécula se encuentra en equilibrio. Sin embargo, una molécula próxima a la superficie del líquido, solamente está unida a las moléculas que tiene al lado o debajo. La fuerza no está compensada y su resultante es la que provoca una tensión en la superficie (tensión superficial).
Los detergentes y jabones tienen la propiedad de disminuir la tensión superficial de los líquidos, con lo cual penetran más fácilmente en los tejidos y así eliminan la suciedad.
Ligada al estudio de la tensión superficial, la científica Agnes Pockels (1862-1935) hizo grandes aportaciones, especialmente en el campo experimental de la tensión superficial. Su obra, como la de tantas otras científicas, se diluyó en el olvido. Hay que recuperarla y asignarle el mérito que le corresponde.