¿Todo vale para mejorar nuestra salud?

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

02 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ojo con la IA

La inteligencia artificial (IA) está transformando todos los ámbitos de nuestra vida; la sanidad no se queda al margen, cada vez existe mas implicación, lo que conlleva dilemas éticos y de privacidad extremadamente difíciles de solventar y limitar. ¿Todo vale para mejorar nuestra salud? Para que la IA funcione necesitamos algoritmos complejos; a su vez cuantos más datos y de mayor calidad disponga mayor será la capacidad de actuación de la IA. Esto implica una exposición nunca antes vista de información personal y extremadamente íntima; desde datos médicos estándar, cribados y análisis genéticos, estilos de vida, capacidad de monitorizar a tiempo real pulseras inteligentes, cuánto tiempo caminamos, pulsaciones, saturación de oxígeno, cuándo y cuánto dormimos, un control absoluto de nuestros biorritmos.

Existe una inmensa exposición del paciente y de su privacidad ¿Quien tiene acceso a esos datos? ¿Como están protegidos? ¿Existirá un mercado negro de datos biológicos y médicos para empresas privadas? Con solo apretar un botón, quizá podamos predecir y prevenir una emergencia de vida o muerte, pero, de igual modo, la consciencia, ética y raciocinio humano deben ir de la mano. Un algoritmo va a poder sintetizar una vasta cantidad de información en segundos, dar inmediatez y reducir costes. Por suerte, la sanidad no se basa tan solo en datos, sino también en personas. Los beneficios de la IA a largo plazo son claros, pero ¿debemos estar monitorizados de por vida por nuestra salud? ¿Cuánto dinero valen nuestros datos personales? ¿Nos hará gozar de mayor salud o ser vulnerables? Benjamín De La Grana. Poio.

  Desengáñense de la política 

Creo que estamos viviendo un poco engañados con respecto a la política. El tira y afloja de nuestros dirigentes da la sensación de que es una pura farsa. El presidente Pedro Sánchez quiere serlo a toda costa por lo que estamos viendo, y los partidos políticos periféricos ven el «cielo abierto» al prever que obtendrán logros que no serían posibles si hubiese un cambio de Gobierno. Pio Pedreira.  A Coruña.

 Trastorno obsesivo compulsivo

Aquella persona que padece trastorno obsesivo compulsivo (TOC) está ejecutando una tarea eterna: ritualiza una acción cada vez que le atacan obsesiones; una vez que ha disminuido su ansiedad, ataca otra obsesión que neutraliza volviendo a ritualizar, y así hasta el infinito...

La nefasta experiencia de la pandemia ha acrecentado los síntomas de los enfermos de TOC y creado nuevos afectados. Esta patología la posee el 3 % de la población. La desesperación puede conducirles a adoptar esa solución final. Hablo sin ambages. Hemos de salir, así, de este armario que ya no puede albergarnos porque se ha reducido su tamaño y nos está asfixiando. SOS. Manuel Castellanos Plaza.