El debate de todos contra Alfonso Rueda

OPINIÓN

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ÁNGEL MANSO

05 feb 2024 . Actualizado a las 18:26 h.

El debate electoral siempre suele ser el punto caliente de la campaña. Uno de esos escasos momentos en los que un votante puede cambiar su opción ante las urnas o un indeciso puede dejar de serlo.

 Constituyen una mayor oportunidad para el aspirante que para quien ocupa el poder. Esta noche asistiremos a un cuatro contra uno en el que BNG, PSOE, Sumar y Podemos intentarán que se le vean las costuras al PP. Vamos, que veremos un todos contra Rueda. Se trata de que el presidente deje de serlo y para eso necesitan que cometa errores, que se enrede en sus trampas y que quede en evidencia que no es lo solvente que dice ser. Y esa es la principal labor de Alfonso Rueda, pasar por el debate de puntillas.

La ventaja que le otorga la encuesta de Sondaxe es suficiente, pero nada cómoda. Por eso saldrá ante las cámaras a no cometer errores. Es de esperar un Rueda conservador que intentará poner sobre la mesa que el PP es la opción de mayor estabilidad para Galicia. Para eso no necesita ruido, solo seriedad y tener cara y discurso de presidente de la Xunta. Cuanto más se enzarce con los adversarios más oportunidades les dará.

Por el contrario, Ana Pontón, José Ramón Gómez Besteiro, Marta Lois e Isabel Faraldo tienen en común el objetivo de desbancar a Rueda. Y ahí está claro que le intentarán atacar por todos los frentes, especialmente por la sanidad. Es más difícil saber si habrá una estrategia planificada en el enfrentamiento entre ellos. Quizá la lideresa del Bloque no lo necesite, pero Besteiro ahora mismo está en precario. No solo tiene que convencer a los votantes de que hay que asaltar la Xunta, sino que además debe hacerles creer que hay razones para que sea él, y no Pontón, la alternativa a la presidencia. De Marta Lois solo se espera, quizá, que se convierta en la agitadora junto a Faraldo —la más irrelevante de la fiesta— dado que ambas tienen que abrirse paso a codazos para alcanzar la representación en el Parlamento.

Pero la realidad es que estos encuentros a lo largo de la historia han tenido más de leyenda que de realidades. Es mucha mayor la parafernalia que los acompaña que la chicha que deparan. En definitiva, dan más que hablar que otra cosa. No hay más que recordar el pasado debate televisivo entre Sánchez y Feijoo. El gallego ganó por goleada, pero su victoria posterior en las elecciones fue pírrica. Las urnas echaron un tremendo jarro de agua fría sobre la euforia que deparó su momento de gloria dialéctico ante el presidente Sánchez.

En cualquier caso, un baremo importante para saber hasta qué punto puede dejar huella el debate entre los electores será la audiencia que tenga. Ahora mismo es difícil adivinar si habrá una lluvia masiva de gallegos que se sentarán delante del televisor o si el evento pasará sin pena ni gloria.

De momento, y a la espera de que se desvelen todas las incógnitas, el marcador del partido es que el que refleja Sondaxe: PP 39, BNG 21, PSOE 14, DO 1 y Sumar cerca de entrar. Y no es fácil moverlo.