Un mundo patas arriba
Hace pocos días, dos niños de 13 y 15 años fueron acusados de matar a su madre en Castro Urdiales. La mujer fue encontrada en el asiento trasero de su vehículo con una bolsa de basura en la cabeza, y el coche empotrado contra la pared. ¿De dónde proviene tanta violencia?
Antiguamente, nuestros padres nos castigaban —a veces con una bofetada bien dada— por cualquier gamberrada o suspender asignaturas, y en los siguientes exámenes aprobábamos todo. Y no quedaba en nada, con el tiempo entendíamos la lección.
¿Y esas bandas de mocosos criminales —desde 13 años— que salen a la calle con cuchillos, machetes, armados para terminar con la vida de otros jóvenes? Yo acuso a la sociedad actual, moldeada por la publicidad difundida por internet y las televisiones, que han presentado como modelo de vida no la austeridad y la sencillez, no el compartir y trabajar, no la educación en valores, sino el lujo, la vida cómoda.
A los dirigentes de la vida social, cultural y política les corresponde trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a ofrecer la mejor educación y un acceso efectivo a los bienes materiales e indispensables: vivienda adecuada, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz. La violencia es el último recurso del incompetente. Lino Saborido Rial. Boiro.