España va como una moto
Recientemente he paseado por mi antigua calle, una calle céntrica de Vigo que siempre ha estado llena de vida y color. Sin embargo, hoy, de cada tres bajos comerciales dos están cerrados, se alquilan o tienen un cartel de baja por jubilación o por enfermedad. Esta es la realidad económica. Para nosotros, la cesta de la compra ha aumentado más de un 30 % en los últimos dos años.
Existen varias explicaciones. Entre ellas, la cada vez más alarmante disminución en el número de hijos, que se suma al éxodo de jóvenes que podrían continuar los negocios familiares, emigrando a otros países en busca de mejores condiciones salariales y de un futuro más esperanzador. Por algo somos el país europeo que lidera el paro juvenil. De nada vale maquillar las cifras de empleo y de paro con los fijos discontinuos.
La afirmación de que «España va como una moto» es una falacia. Nos han vuelto a mentir, que no a engañar. Más bien podríamos decir que va como un patinete eléctrico, al que ya le han prohibido viajar en primera clase por miedo a que colapse y afecte a todos los de su entorno. Luis Asenjo Pérez. Vigo.
Cuba y las elecciones gallegas
En las últimas elecciones gallegas, los electores CERA en la isla de Cuba solo emitieron 730 votos, lo que representa el 1,6 % del total (45.670 gallegos de doble nacionalidad con el derecho). Se dice que el problema viene originado porque hay un solo consulado habilitado para efectuar la votación, por lo que la baja participación del resto de los electores residentes en otras provincias es por causa del transporte, al no poder desplazarse a la ciudad de La Habana para votar. Del total de los 730 votos en Cuba para las elecciones autonómicas gallegas, solo tres fueron emitidos por correo. El haber anunciado con anticipación la conveniencia de utilizar el voto por correo no produjo una mayor participación de los gallegos con doble nacionalidad; más bien, se debe considerar que los cubanos-gallegos juzgan, con la templanza y la serenidad que caracteriza a los pueblos revolucionarios —que buscan la libertad, la igualdad y el progreso en el justo ordenamiento social para decidir conjuntamente en su mayoría—, el rechazar el sistema democrático que desde Europa y desde otras partes del mundo nos propone modificar nuestro sistema socialista revolucionario para aceptar a la democracia e instituirla en nuestro país. La Asamblea del Poder Popular del Pueblo de Cuba reafirma, como expresión de un criterio común a los pueblos de América Latina, que la democracia no es compatible con la oligarquía financiera ni con la existencia de discriminación hacia el negro y el indio o los desmanes de los gallegos españoles en todos los países de nuestra América. Dominguín de Loureiros Pina. La Habana (Cuba).