El lunes 26 de febrero se recontó el voto CERA, más conocido como voto emigrante, en la junta electoral de Ourense. Alrededor de 6.100 votos llegaron a la sala, separados en unas cajas los sobres con votos en urna y en otra caja los sobres con votos emitidos por correo.
Apartados de esos 6.100 votos hay centenares de ellos guardados en sobres con el título de «incidencias consulares». Ojo a esta cuestión, centenares de votos con objeciones desde los mismos consulados y que no entran de momento en la valoración de los otros 6.100. Estos votos objetados serán metidos al final de todo, siempre a criterio de los integrantes de la mesa electoral, considerando que son finalmente homologables, recuperables o validables. A la vista estaba que muchos sí fueron aceptados, desconociéndose qué es lo que vieron los diplomáticos de turno para poner dudas. Pero inicialmente, de los 6.100 votos emitidos, más de 1.600 ya no entran en la urna ourensana por defectos. Y, si lo multiplicamos por las cuatro provincias, tenemos la preocupante situación que alrededor de 6.500 votos no se computan en toda Galicia. Gran parte de los enviados por correo no se pueden escrutar por no firmar el votante por detrás el sobre, no firmar el justificante censal, algunos solo tienen el sobre con la papeleta sin copia del DNI o del pasaporte, muchos pegan con celo la papeleta visible en el sobre, otros remiten en un sobre dos o tres votos; en fin, casi el 30 % de los votos presentes en Ourense no eran aptos para meter en urna. Como ejemplo, el 50 % de Zúrich, el 40 % de Ginebra o el 30 % de Buenos Aires fueron directamente a la trituradora.
Lo más decepcionante: bastantes votos no son aptos para depositar en urna por errores de los consulados: no llevar el sello de registro (voto por correo) o no llevar la firma del responsable consular en el certificado censal (voto en urna). Imagínate que envías tu voto por correo al consulado o votas en urna y finalmente tu voto al llegar a Ourense no vale por despiste de un funcionario. De los votos procedentes de Alemania, unos 10 no eran válidos por falta de sello de registro o firma consular. Aunque se ha eliminado el voto rogado, la nueva modalidad es manifiestamente mejorable.