Criar hijos en Inglaterra: no es oro todo lo que reluce
Soy gallega, de Vigo, y llevo diez años viviendo en Inglaterra, donde he tenido dos hijos. Leí con interés el reciente artículo del suplemento YES sobre las ventajas de criar hijos en este país en comparación con Galicia. Todo lo que se dice es real, pero conviene abordar algunas cuestiones de importancia, como el precio de la guardería y la tardía escolarización en Inglaterra (cuatro años cumplidos en agosto para entrar en la escuela en septiembre).
Hablemos del coste prohibitivo de las guarderías en este país. Con tarifas mensuales que parten de un mínimo de 1.700 libras mensuales en zonas de clase media, muchas familias se ven obligadas a tomar decisiones difíciles, como que uno de los progenitores, en su mayoría la madre, deje de trabajar. Y con la escolarización a partir de los cuatro años muchas madres se reincorporan al trabajo tras una muy larga ausencia. Esto afecta negativamente a la estabilidad económica familiar y contribuye a aumentar la brecha salarial.
En el artículo se mencionan los «benefits» del gobierno por tener hijos como algo positivo, pero este sistema también enfrenta desafíos significativos. El hecho de que un 54 % de la población reciba más ayudas del Gobierno de lo que contribuye al Estado indica una posible dependencia del sistema de ayudas. Así, familias de pocos recursos tienen hijos para garantizarse un ingreso mensual.
Respecto a la baja por maternidad, en Inglaterra es de 52 semanas, pero es necesario señalar que solo durante las primeras 26 semanas se recibe el 90 % del sueldo, mientras que las siguientes 26 semanas se recibe una cantidad mínima de 172 libras por semana, menos de la mitad del salario mínimo (382 libras por semana). Y muy importante: la baja por paternidad es de solo 2 semanas, nada que ver con la que existe en España actualmente.
Es fundamental tener en cuenta estos aspectos antes de alabar un sistema que sí, tiene cosas buenas como el comedor gratuito y la ausencia del IVA en los productos para bebés, pero la realidad es que con un mes de guardería pagas el comedor del niño durante 5 años. Begoña Fuentes Merino. Maidenhead (Reino Unido).