¿Deterioro democrático?

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

El expresidente fugado de Cataluña, Carles Puigdemont, con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en una imagen de septiembre del 2023
El expresidente fugado de Cataluña, Carles Puigdemont, con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en una imagen de septiembre del 2023 OLIVIER MATTHYS | EFE

01 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La idea de que en España estamos padeciendo alguna suerte de deterioro democrático parece que no ha dejado de extenderse desde las pasadas elecciones generales. La componenda de Pedro Sánchez para seguir en el poder, tras pactar con Carles Puigdemont, ha desbarajustado la armonía autonómica en Cataluña y, en cierto modo, en el conjunto del Estado. Es como si se hubiese abierto alguna compuerta que no estaba bien cerrada, pero que ahora ya no se sabe en qué acabará todo.

El filósofo Fernando Savater, muy reconocido en su vertiente periodística, ha manifestado que «se ha acostumbrado a la gente a que parezcan normales políticos que no lo son. El hecho de que un grupo político quiera destruir el Estado en el que participa es una anomalía democrática». Y añadía: «Ahora se repite lo de que cada uno tiene sus ideas. Jack el Destripador también las tenía, ¡pero nadie se las aprobaba! Lo que ayer nos parecía imposible a nosotros y al propio Pedro Sánchez, acto seguido se convierte no solo en posible, sino en necesario, maravilloso. Lo que pasa en nuestro país es un fenómeno que con el tiempo se estudiará. Es algo que no ocurre en ninguna parte».

La realidad era que el PP había ganado las elecciones generales y que Pedro Sánchez no estaba dispuesto a abandonar La Moncloa. Así surgió su negociación con el exiliado Carles Puigdemont y la ocurrencia de una ley de amnistía, que nos ha retrotraído a tiempos pasados, complicando mucho un presente todavía incierto.

Mientras esto ocurre, se intensifican el disenso y la controversia. Y de repente nos encontramos con casi todo el PSOE pidiéndole a Núñez Feijoo que aparte de su puesto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, una tarea en la que trabajan sin descanso ministros como Óscar Puente o Pilar Alegría. ¿Hay algo que está degenerando? Sí, la democracia, que corre el riesgo de desacreditarse, con el PSOE tratando de desprestigiar lo que no puede atribuirse como mérito propio, y con Núñez Feijoo amenazando con una investigación sobre algunas mediaciones de la esposa de Sánchez. Y todo ello porque quizá corren tiempos de un claro deterioro democrático.