La ministra de Sanidad

José Ramón Amor Pan
José Ramón Amor Pan PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

Diego Radamés | EUROPAPRESS

19 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Como señala el refranero, una cosa es predicar y otra dar trigo. El paso de los políticos de pancarta y jarabe democrático por los cargos públicos es un buen ejemplo de ello, incluso hay quien podría decir que ha practicado el cinismo con matrícula de honor. Me voy a centrar en el caso de Mónica García porque es alumna aventajada en dicha materia.

En el pasado, García criticó fuertemente a la presidenta de la Comunidad de Madrid por cerrar camas hospitalarias en el verano. Ahora, ante el escándalo mayúsculo de que el hospital catalán Vall d’Hebron cierre el 25 % de sus camas este verano, la ministra dice, con toda tranquilidad, que es algo natural, que se hace todos los años porque los profesionales sanitarios tienen que descansar y que no pasa absolutamente nada. Y se queda tan pancha.

Hay que hacer mención, además, a la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, que deniega la financiación pública a varios fármacos contra el cáncer que cuentan con la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento, con los argumentos habituales: «Criterios de racionalización del gasto público» e «impacto presupuestario en el Sistema Nacional de Salud». Ojo, que no estoy diciendo que los argumentos no sean válidos, ese es otro debate; lo que critico es que cuando se está en la oposición se niegue validez a este tipo de argumentos y luego se utilicen sin ningún rubor. Y me asusta que haya quien comulgue con ruedas de molino.