Hortensias

Luis Ferrer i Balsebre
luis ferrer i balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

XOAN A. SOLER

14 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las cosas que más llama la atención a los forasteros son los macizos de hortensias que crecen por todos los lados exuberantes de tamaño, como pompas fractales de todos los colores. Es curioso lo bien que se dan las plantas y flores orientales en Galicia, los camelios, los rododendros, las hortensias y todas aquellas especies que necesitan agua, humedad y suelos ácidos para vivir.

Cuenta la leyenda que fue el rey Luis XIV de Francia —muy aficionado a la floricultura— quien organizó una expedición al Brasil en busca de flores exóticas con que adornar sus jardines. Durante el periplo expedicionario, los nativos de la costa brasileña secuestraron a uno de los grumetes llamado Banet, el más enclenque y la mofa de la tripulación, pero que con mucha astucia y valor logró salvar no solo su vida, sino también la de sus compañeros. Cuando consiguieron rescatarlos descubrieron que aquel grumete era una hermosa mujer disfrazada de hombre para poder conocer mundo. Al regresar a palacio con las nuevas flores, le relataron la historia al rey, quien admirado de la gesta consideró oportuno llamar a una de las flores con el nombre de la valiente grumete: Hortensia.

La etimología de la hortensia viene de hydrangea, «hidro» y «angeion», es decir, vaso de agua o, mejor aún, bebedora de agua. Lo que explica a la perfección que se den tan bien en Galicia y particularmente en este verano húmedo y raro, donde se las puede ver tan exultantes de agua como parcas de sol.

El simbolismo de las hortensias varía mucho según las culturas, siendo de muy mal fario para el amor en muchas zonas de Asia, donde afirman que quien tiene hortensias en casa no se casa. En Japón representan el camino hacia el paraíso y en otras culturas son símbolo de gratitud, belleza y abundancia.

La variada paleta de colores que presentan hace que según ellos cobren distintos significados. Las rojas simbolizan el amor apasionado y la determinación, las azules la confianza, la armonía, el afecto, la felicidad, la nostalgia y la belleza. Las moradas se asocian con la nobleza, la riqueza y la prosperidad, aunque también transmiten admiración. En realidad, el color de las hortensias depende del grado de acidez del suelo, por eso en Galicia, con suelos mayoritariamente ácidos, proliferan las azules.

Sea lo que fuere, las caminatas de este verano por el campo resultan fascinantes, con muros y corredoiras flanqueados de macizos de hortensias exuberantes y ampulosas que empujan a uno a escribir un elogio a la humedad que son estas flores espectaculares. Anexo: las hortensias, como las camelias y la belleza, no huelen.