¿Llegará el caos informático total?
OPINIÓN
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El incidente provocado por una actualización errónea del antivirus CrowdStrike que afectó a equipos con sistema operativo Windows ha vuelto a poner sobre la mesa la dependencia de la tecnología en la era digital. Este incidente no es un caso aislado, si bien las causas que lo motivaron difieren de otros eventos acontecidos que afectaron masivamente a empresas, administraciones y ciudadanos.
En un mundo cada vez más interconectado, la dependencia de plataformas y servicios tecnológicos y la fragilidad que pueden sufrir, nos expone a riesgos que podrían tener consecuencias devastadoras. Desde la interrupción de servicios críticos hasta el robo de información sensible, los efectos de una brecha de seguridad pueden ser catastróficos.
Este último incidente pone una vez más de manifiesto un problema recurrente en el sector: la falta de transparencia y coordinación entre empresas tecnológicas. Ante la posibilidad de un caos informático total, se hace evidente la urgencia de desarrollar una estrategia de soberanía tecnológica que permita a Europa y a España proteger sus intereses y garantizar la seguridad de sus ciudadanos y que debe basarse en reconocer la importancia del talento y la profesionalidad en el ámbito de la Ingeniería Informática.
La soberanía tecnológica no es solo un concepto teórico; es una realidad que debemos perseguir con determinación. Esto implica desarrollar y adoptar tecnologías propias que reduzcan la dependencia de proveedores externos y aumenten nuestra capacidad de respuesta ante posibles amenazas.
Tener control sobre nuestras propias tecnologías nos permite asegurar que no hay puertas traseras o vulnerabilidades intencionales que puedan ser explotadas por actores maliciosos, ya sean estados o individuos. Además, fomentar la innovación tecnológica dentro de nuestras fronteras crea empleo, impulsa el crecimiento económico y reduce la fuga de talento hacia otros países.
El talento es el recurso más valioso en la era digital, y debemos hacer todo lo posible para atraer y retener a los mejores profesionales. Para ello es fundamentar ofrecer oportunidades de desarrollo profesional, un entorno laboral que valore la innovación y la creatividad, y políticas de conciliación que permitan a los ingenieros balancear su vida laboral y personal.
En resumen, el caos informático total no es inevitable, pero requiere de nuestra acción decidida y conjunta para evitarlo. La soberanía tecnológica y la ciberseguridad son cuestiones de responsabilidad compartida. Los gobiernos, las empresas y los profesionales de la tecnología deben trabajar juntos para crear un entorno digital seguro y resiliente, que ofrezca confianza a los usuarios y oportunidades de futuro a empresas y trabajadores.