Así se destroza la igualdad en España

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

Albert Gea | REUTERS

06 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta cifra en 440 millones de euros el impacto en Galicia del concierto económico que se está gestando para Cataluña. Al margen de cualquier consideración filosófica o de fondo que se pueda hacer con la operación que están perpetrando Pedro Sánchez y ERC, 444 son muchos millones, con los que se podrían hacer políticas de todo tipo. Pero la cantidad superaría los mil millones de euros en el caso de que otras comunidades decidieran también salir del sistema común de financiamiento.

Son numerosas las cuestiones que se plantean con esta insólita situación en la que están metiendo al país. Insólita e irresponsable, porque resulta evidente que, de consumarse, entraremos en un escenario completamente desconocido de consecuencias imprevisibles.

En primer lugar, ¿cómo es posible que un partido de izquierdas que se pasa la vida sacando brillo a las palabras solidaridad e igualdad haya decidido sucumbir a las exigencias de un partido independentista al que la prosperidad de España le importa poco, cuando no cero?

En el colmo del cinismo, Sánchez pretende hacernos creer que estamos ante un acuerdo beneficioso para Cataluña y para España, como si el dinero que se va a quedar en la comunidad catalana no fuera a costa de nadie. ¿Hay una tabla sagrada que diga que un catalán merece más euros que un gallego o un murciano? ¿Por qué Cataluña es más singular que Andalucía? ¿No tienen el derecho a la igualdad con los catalanes los ciudadanos de Asturias? ¿No se merecen los extremeños unas infraestructuras dignas?

No hay demasiados argumentos que no procedan del independentismo que puedan utilizarse para apoyar la barbaridad que está a punto de ejecutarse. Sin embargo, son muchos los socialistas que lo apoyan, bien con su silencio o con sus aplausos. Así, resulta llamativo el papelón que está jugando en Galicia el PSdeG, apoyando al presidente del Gobierno contra viento y marea. Cierto es que a Besteiro este asunto le ha cogido entre la espada y la pared, teniendo que elegir entre la lealtad a su líder político y el bienestar de las personas que habitan su territorio. Sin duda, un asunto que le hará mucho daño a un partido que en Galicia pasa por sus peores momentos.

Otra cosa es el BNG, al que cualquier tema que suene a independencia le parece bien, aunque sea la de Cataluña. En su lógica, el Bloque aspira a un trato singular porque Galicia lo vale, olvidando la realidad de que nuestra comunidad sería de las más perjudicadas sin el paraguas de papá Estado.

Pero volvamos a Pedro Sánchez, el actual presidente del Gobierno ha decidido que por un plato de lentejas (la investidura de Illa) va a reventar las costuras de España, iniciando un cambio estructural por la vía de los hechos consumados sin consensuar nada de nada con el principal partido de la oposición, demostrando que él, que tanto habla de la regeneración democrática, actúa como si no existiera otra cosa en el mundo que su presidencia.