Cerca de 40.000 mujeres son víctimas de violencia machista en Galicia, y de ellas 5.500 requieren protección de la policía. Eso no indica otra cosa que pese a los inmensos esfuerzos que nuestras autoridades ponen en resolver esta lacra, no logran acabar con ella. ¿Motivos? La precariedad de las dotaciones presupuestarias asignadas al seguimiento integral de estos casos, el conocido como VioGen. Debemos educar a nuestros jóvenes desde su más tierna infancia en la igualdad entre sexos. Acabar desde los centros docentes con ese machismo que se respira en España, nos guste aceptarlo o no, desde tiempos de María Castaña. Esas frases como «la maté por qué era mía» o «tú vete a fregar y no te metas donde no te llaman» todavía rondan en la cabeza de miles de cavernícolas, algunos de ellos, con total seguridad, vecinos nuestros y que ni nos imaginamos que son unos maltratadores. Ayudemos al colectivo de mujeres maltratadas. Si observamos actitudes violentas, pongámoslo en conocimiento de la policía.