Una celebración desnaturalizada
El pasado día 6 conmemoramos el 46 aniversario de la Constitución Española, observando en su acto de celebración cambios significativos, a saber: la ausencia del rey Felipe VI y de mayor número de diputados que años anteriores, que el acto no se celebrara en la sala del hemiciclo y un homenaje a las personas discapacitadas. Porque el discurso de la presidenta del Congreso no aportó nada nuevo a las anteriores ediciones, dado que se mantuvo en una línea de propaganda ideológica y sectaria, en defensa de los postulados del partido a que pertenece. Por otra parte, el hecho de que la mayoría de los asistentes, entraran con sus coches hasta el mismo edificio, eludiendo todo contacto con las personas, que esperaban en el exterior para saludarles, me parece un error, porque esto refleja el gran distanciamiento existente entre la clase política y la ciudadanía, pues no podemos olvidar, que la soberanía nacional reside en el pueblo, del que emanan los poderes del Estado.
En resumen, a juzgar por el discurso de Armengol y las declaraciones del presidente Sánchez, desde un tiempo a esta parte el homenaje a la Constitución, lejos de ser un motivo de celebración por su permanencia en el tiempo, se ha convertido en una ocasión para denostarla y preconizar su derogación o reforma, lo que no deja de ser un fracaso en la recuperación democrática que España necesita. Adolfo Costas Gascón. Pontevedra.
A historia repítese
O Oriente Medio enfróntase a profundas transformacións que ameazan o seu pluralismo histórico. O apoio de potencias occidentais e suníes a grupos xihadistas como HTS, financiados a pesar do seu pasado vinculado a Al Qaida, busca debilitar a Irán e Hezbolá, sacrificando comunidades chiíes, cristiás e palestinas. Constátase a destrución da convivencia histórica en Siria e no Líbano, mentres se produce o avance dun apartheid en Israel. Estas divisións responden a estratexias coloniais para consolidar unha hexemonía suní-salafista e israelí, perpetuando políticas de exclusión relixiosa e étnica. Xián Antón Lorenzo Rodríguez. Ribadavia.
Acoso laboral
Quiero abordar una problemática que, lamentablemente, sigue ocurriendo en muchos lugares: el acoso laboral, especialmente cuando se manifiesta de manera indirecta, mediante comentarios despectivos y actitudes que afectan el bienestar y la dignidad de los trabajadores. En mi experiencia, hemos enfrentado constantemente expresiones denigrantes hacia nuestro equipo, como calificativos que menospreciaban nuestra labor. Estos comentarios no se hacían directamente, sino que eran transmitidos por un jefe de equipo, lo que amplificaba el malestar y la sensación de humillación. Estas conductas no eran hechos puntuales, sino un patrón constante que hacía que el ambiente laboral se volviera insostenible.
Este tipo de acoso tiene consecuencias profundas: genera inseguridad, afecta la autoestima, desmotiva y, sobre todo, crea un entorno tóxico que dificulta el desarrollo profesional de cualquier persona. Es fundamental que se implementen mecanismos efectivos para prevenir, identificar y sancionar este tipo de comportamientos en los lugares de trabajo. El respeto y la dignidad de los empleados deben ser valores prioritarios en cualquier organización. Es momento de garantizar que el trabajo sea un entorno de crecimiento y colaboración, no de desgaste y conflicto. S. F. R.