El Gobierno de ese ogro naranja llamado Trump recuerda al «escuadrón suicida» de las películas de Warner. Parece una coalición de villanos, antihéroes y presentadores de la Fox. Con la lealtad a Donald como valor fundamental y muchas polémicas.
El nombramiento más marciano parece el del Kennedy «traidor». Robert F., miembro de la ilustre dinastía de políticos demócratas, llevará las riendas de la sanidad con un eslogan más que trumpista, Make America healthy again (Hacer América saludable de nuevo), y un currículo que mete muchísimo miedo.
Llegó a calificar las vacunas como un «crimen contra la humanidad», se mostró partidario de eliminar el flúor de los sistemas de aguas y difundió todo tipo de teorías de la conspiración, propias de charlatanes y vendedores de aceite de serpiente en Telegram.
El miércoles lo negó todo ante el Senado, pero fue achicharrado. El veterano demócrata Bernie Sanders le sacó los colores al enseñar unas prendas de ropa infantil con los mensajes «No vacunado y sin miedo» o «Sin vacuna, sin problema». Las vende una organización fundada por Kennedy, que solo pudo farfullar respuestas poco convincentes y decir que burradas como «la exposición a pesticidas provoca que los niños se vuelvan transgénero» habían sido sacadas «de contexto». Durante varias décadas.