No soy experto en demoscopia, pero sospecho que, si hiciese una encuesta a pie de calle, por ejemplo, en una calle populosa de A Coruña, preguntando cual es el cáncer más frecuentemente diagnosticado en Galicia, probablemente no alcanzaría el primer puesto en el sondeo el que realmente lo ocupa: el cáncer colorrectal. Además de ser el segundo en mortalidad, tanto en varones como en mujeres. Casi 3.000 cánceres de colon y recto se diagnostican cada año en nuestra comunidad.
A pesar de estas cifras hay motivo para la esperanza, dados los avances en el tratamiento quirúrgico y oncológico. Pero hay otro aspecto que puede hacer revertir —¡ya lo está haciendo!— las cifras que aportaba al principio: la prevención.
El primer pilar de la prevención, lo que los médicos llamamos prevención primaria, desempeña un papel crucial para disminuir la incidencia y mortalidad de cualquier cáncer, (y de las enfermedades cardiovasculares). Evitar el tabaco y el alcohol, el sedentarismo y el sobrepeso, además de llevar una alimentación equilibrada, lejos de algunas modas dietéticas que se escuchan con demasiada frecuencia. El otro gran pilar es el programa de cribado. Se realiza mediante un test que analiza si hay sangre en las heces. Y si es así, se prescribe una colonoscopia.
En la inmensa mayoría de las colonoscopias no se encuentra un cáncer, pero es frecuente identificar pólipos, que son tumores benignos, que podrían evolucionar, con el tiempo, a un tumor maligno. Al extirparlos durante la colonoscopia evitamos esa fatal progresión. Y si hay el infortunio de encontrar un cáncer en una colonoscopia de cribado, muy probablemente se trate de un caso en estadio precoz, con una supervivencia por encima del 95 %.
Las cifras presentadas recientemente del programa de cribado de la Xunta despiertan, en mi caso y sospecho que en el de todos aquellos con alguna responsabilidad en el programa, una sensación contradictoria. Me hacen pensar que se están haciendo cosas bien pero que no debemos caer en la autocomplacencia, empezando por el nivel de participación de la población, que está rondando el 50 %.
¿Por qué no se consigue una mayor participación? No es un problema de Galicia, ocurre en casi todos los programas de cribado autonómicos. ¿Es por falta de hábito en la prevención? En parte sí, puesto que las mujeres, con mayor concienciación en la prevención de cáncer, participan más que los varones, a pesar de que nos afecta más. ¿Es por el miedo a una colonoscopia? Una prueba sin duda con mala prensa, que se supone dolorosa y que requiere una preparación engorrosa. ¡Pues ya no es así! Desde hace muchos años las colonoscopias se realizan bajo sedación, por tanto, sin dolor, sin molestias posteriores porque ya no se insufla aire y con preparaciones cada vez mejor toleradas.
En países con larga tradición en cribado, como EE.UU., Alemania o Austria, se ha conseguido doblar la curva de incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal, que ahora ya muestra un trazado descendente.
En nuestra mano está.