
Donald Trump y Vladimir Putin han manifestado su favorable disposición a hablar sobre la guerra de Ucrania, en busca de un entendimiento que permita orillar el conflicto bélico y alcanzar un acuerdo de paz. En este sentido, Trump ha desvelado que mantiene contactos «muy constructivos» con Moscú y con Kiev, donde ya asumen la pérdida de algunas zonas invadidas. Zelenski ha manifestado por su parte que «si la única forma de lograr la paz es dialogar con Putin», lo hará.
No obstante, la realidad actual es que la guerra en Ucrania aún continúa y que se siguen perdiendo miles de vidas humanas. Porque la posibilidad de un acuerdo no acaba de reflejarse en realidades concretas, ni aun cuando Ucrania pudiese cederle al invasor ruso una parte del Dombás o alguna otra zona. El nombramiento por parte de Trump del ultraconservador Marco Rubio como secretario de Estado ha contrariado las esperanzas de Ucrania. Algo que ha alejado a EE.UU. de los buenos propósitos que albergaba el presidente Joe Biden y que coincidían en buena medida con los que sostenía la Unión Europea.
La principal consecuencia de todo esto es la gran preocupación que ahora sienten los ucranianos, con el presidente Zelenski a la cabeza. Porque algunos grados de incertidumbre no han hecho más que aumentar y el horizonte bélico de Ucrania tampoco parece disminuir. Por el contrario, parece asomar un futuro de territorios a cambio de paz, que Zelenski no va a aceptar de entrada, pero que podría acabar imponiéndose. Porque ni EE.UU. ni la Unión Europea parecen estar en una disposición favorable a aportar más armas y más dinero en una guerra que aún no tiene visos de acabar pronto, por el intenso encono bélico que todavía continua. No obstante, el presidente Trump ha asegurado que mantiene conversaciones avanzadas para lograr ponerle fin a esta guerra. A ver.