
El pomelo es una fruta cítrica que botánicamente se denomina Citrus paradisi y pertenece a la familia de las rutáceas. Nace en árboles que pueden llegar a medir 15 metros y cuyas flores son blancas, siendo plantados en diferentes países para obtener esta fruta híbrida, probablemente generada de manera espontánea en el Caribe hace varios siglos.
El pomelo es redondeado y su tamaño un poco mayor que el de la naranja, con una cáscara gruesa de color amarillo o rojizo y un sabor amargo. Las diversas variedades conocidas se diferencian, sobre todo, por el color de la pulpa.
Entre sus propiedades, asociadas a su composición química, presenta una alta proporción de agua (aproximadamente el 90 % de su peso) y fibra, y un bajo aporte de calorías, por lo que resulta adecuado para tratar de perder peso de manera saludable. La fibra, además, ayuda a mantener la salud digestiva y previene el estreñimiento.
Aporta una alta proporción de vitamina C, que participa en la formación de colágeno (proteína indispensable para el cuidado del pelo, la piel, las uñas, las encías, los huesos y los cartílagos, entre otros), en la reducción del cansancio y en la mejora de la absorción de minerales (hierro y zinc, especialmente).
Contiene una elevada cantidad de flavonoides, compuestos que, junto a las vitaminas A y C, actúan como potentes antioxidantes que protegen al organismo de la acción negativa de los radicales libres, refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a reducir la inflamación y el colesterol LDL (malo). Además, algunas variedades, como los pomelos rosados, contienen licopeno, considerado un antioxidante intenso.
Entre los flavonoides destaca la naringenina (que aporta su característico sabor amargo y estimula la función hepática, ayudando al hígado a descomponer las grasas y a depurar el organismo); y limonoides (antioxidantes que ayudan a reducir el colesterol LDL y favorecen la actividad hepática centrada en la eliminación de compuestos tóxicos).
El pomelo resulta muy versátil y pude consumirse entero, en zumo, batido, en mermelada o en recetas saladas (salsas y ensaladas, entre otras opciones). Con su cáscara se pueden preparar infusiones.