
Apple ha anunciado casi por sorpresa —aunque había rumores desde hace un par de meses— el lanzamiento de un nuevo iPhone low cost, si es que 709 euros pueden considerarse «bajo coste». El iPhone 16e estará disponible en dos colores, blanco y negro mate, el viernes 28 de febrero y las reservas se pueden hacer desde mañana mismo. Nótese que el Mobile World Congress de Barcelona, la cita anual del universo Android, comienza el lunes 3 de marzo, así que la compañía de la manzana revienta de alguna manera la fiesta en la que van a presentarse muchos móviles de gama media-avanzada que a priori competirán con este nuevo iPhone.
El iPhone 16e tiene peores especificaciones que sus hermanos de generación, pero ojo: cuenta con el mismo chip A18 que los iPhone 16 y 16 Plus (que cuestan 250 y 350 euros más, respectivamente), está preparado para Apple Intelligence (funciones de IA, incluyendo ChatGPT), incorpora el botón de Acción, permite llamadas vía satélite y estrena el módem C1, el primero diseñado por Apple y el más eficiente en un iPhone hasta la fecha. Este componente se encarga de que la conexión 5G sea rápida y fiable, y junto a la nueva gestión térmica elevan la autonomía hasta 90 horas de audio y 26/21 de vídeo (reproducción/streaming)
La idea de Apple de comercializar una versión de bajo coste de su teléfono cristalizó en el 2016 con el iPhone SE, que se renovó en el 2020 y el 2022, pasando de las 4 pulgadas de pantalla del modelo inicial a las 4,7 de los dos últimos. Paralelamente, en el 2020 y 2021 aparecieron las versiones mini de los iPhone 12 y 13, respectivamente, ambas con panel de 5,4 pulgadas y que por precio también se podían considerar low cost, aunque sus prestaciones eran superiores. Un apunte inflacionario: el primer y segundo iPhone SE costaban 489 euros, el tercero ya subió a 529 y los dos iPhone mini tenían un precio de 809 euros. Ahora, el nuevo iPhone 16e (dos años después) rebaja en 100 euros esta última cifra.
¿Hay mercado para tantos iPhone? Por supuesto que lo hay, tanto para las versiones Pro y Pro Max (desde 1.269 y 1.469 euros) —entre 8.000 millones de personas hay varios millones que se los pueden comprar a pares, si quieren— como para los iPhone de «gama baja». La aspiración de miles y miles de jóvenes, por imagen de marca, diferenciación y estatus, es poseer un móvil de la manzana, y con el iPhone 16e lo tendrán mucho más a tiro, sin necesidad de acudir a las tiendas de segunda mano o de terminales reacondicionados. Buena jugada de Cupertino.