
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue mostrándose muy crítico con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al que responsabiliza de la actual guerra por no haber cedido antes algunos territorios a Rusia. «Han tenido que pasar tres años para acabar esto —ha manifestado Trump—. Algo que podría haberlo resuelto fácilmente, con la pérdida de un poco de territorio y sin pérdida de vidas». En este sentido, le ha llamado «dictador» a Zelenski y le ha advertido que «o se mueve rápido o se queda sin país». Así lo manifestó un Donald Trump que prevé reunirse muy pronto con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por su parte, la Unión Europea ha insistido en reclamarle a Washington que ocupe su sitio en las negociaciones sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Algo que expresó con claridad la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un encuentro mantenido en Bruselas con el enviado de Donald Trump para Ucrania, el general Keith Kellog, apenas unos días después de que este advirtiera durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que los europeos no tendrían un asiento en la mesa de negociaciones.
Ursula von der Leyen ha sido clara: «Queremos colaborar con Estados Unidos para lograr una paz justa y duradera en Ucrania. Desde el punto de vista financiero y militar Europa ha aportado más que nadie. Y daremos un paso adelante», aseguró la alemana, para quien «este es un momento crítico» de una guerra iniciada por Rusia en las puertas de Europa. Porque la paz no puede ser un simple alto el fuego, sino que necesita convertirse en un acuerdo que garantice una paz integral y duradera en Ucrania así como la seguridad de la propia Europa».
Cabe decir que EE.UU. y Rusia han sentado «las bases de una negociación futura» sobre Ucrania. De este modo, Donald Trump ha rehabilitado a Vladimir Putin en su primer contacto acerca de Ucrania y ha descalificado a Europa.