De fracaso en fracaso

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Lavandeira jr | EFE

24 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia política semeja rebosante de paradojas. Una de las que más me llama la atención es Churchill. Era él, en sí mismo, una paradoja. Y su carrera como hombre ilustrado, estratega militar o político así lo atestigua. Entre los británicos era reconocido como un servidor del imperio. Un conservador convencido que pasó a la posteridad, probablemente, como el mayor político que procreó Gran Bretaña. Sin embargo, he aquí la paradoja, su vida está plena de fracasos. En la Primera Guerra Mundial ejerció como jefe de la Armada y sus descalabros fueron notorios. Más tarde, al cargo de la Hacienda británica, impuso el regreso al patrón oro y provocó una recesión galopante. Sin embargo, hasta la Segunda Guerra Mundial no llegó su frustración más notoria. Cuando se declara la guerra a Alemania, el primer ministro Neville Chamberlain lo sitúa de nuevo al frente de la Marina. Churchill convence a Chamberlain para que autorizase minar las aguas de Noruega con el fin de que los barcos que portaban suministros a Alemania no pudiesen cruzarlas. Tal violación de las normas del Derecho Internacional motivó a Alemania para conquistar Noruega, y por ser paso obligado, también Dinamarca. La idea de Churchill se había convertido en un fiasco descomunal.

Churchill convirtió cada uno de sus fracasos en una advertencia didáctica para el futuro. No sucede lo mismo en la política gallega, especialmente en todo lo referido al PSdeG. Los socialistas gallegos van también de fracaso en fracaso pero, en mi opinión, no han aprendido lección alguna. Hace poco más de un año han cosechado el peor resultado de su historia y, lejos de redimirse, han perseverado en sus errores. En pocos días el que era secretario general del partido entonces, será refrendado de nuevo: José Ramón Gómez Besteiro. No ha tenido rival. Y, de haberlo tenido, volvería a ganar. Es una impresión personal, pero a poco que observemos el panorama, nos preguntamos qué debe pasar en el PSdeG para que algo cambie. Un florilegio de lo que sucede en este momento resultará instructivo: expulsados cuatro concejales en Santiago, expulsado el alcalde de O Carballiño, suspendido un edil en Outes, desautorizada la moción de censura en O Irixo y, de colofón, parece cercana la pérdida de la alcaldía de Viveiro. Si esto sucediese en cualquier otro partido, tomarían buena nota y cambiarían de rumbo. En el socialismo gallego no será así. Quizá porque la figura de Sánchez impone y nadie ose enfrentarse a «su» hombre en Galicia. Quizá porque la propia historia del PSdeG empuje a nadar (o ahogarse), pero guardando la ropa. Quién sabe.

Eso sí, siempre quedará Churchill. Él hizo de cada caída una ocasión para levantarse. Por tal motivo les dejo a los socialistas algo que dijo Churchill y, para mí, es un principio ineludible: «El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo».

Eso sí, como pierdan el entusiasmo, aviados están.