
La dieta mediterránea, cuya base es muy sencilla, se ha ganado un lugar meritorio entre las reconocidas como saludables. Solo se precisan buenos alimentos y una elaboración simple, sin aditivos excesivamente grasos. Además de la importancia destacada del agua como bebida a diario, varios alimentos se consideran típicamente mediterráneos. Destacaría el aceite de oliva, rico en vitamina E, betacarotenos y ácidos grasos insaturados con propiedades cardioprotectoras, considerado el mejor aliño para cualquier alimento y la mejor base para un buen asado. Los lácteos aportan minerales (especialmente calcio), vitaminas y proteínas de alto valor biológico.
La que también proporciona proteínas de alto valor biológico es la carne fresca (con un elevado número de aminoácidos esenciales), conteniendo asimismo vitaminas (especialmente B12) y minerales (hierro, potasio, fósforo, zinc, etcétera). Se recomiendan 3 o 4 raciones semanales, eligiendo preferentemente carne magra (como el pollo, el pavo o el conejo) acompañada de verduras (zanahorias, cebollas, ajos, tomate, etcétera) y cereales (arroz, pasta...).
Los cereales se emplearían como fuente de hidratos de carbono saludables que aportan energía. Pan, pasta y arroz (mejor si son integrales) deberían estar presentes a diario en la planificación del menú.
Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas, vitaminas y minerales de interés y bajo contenido calórico, constituyendo una interesante fuente de aminoácidos y grasas que favorecen el funcionamiento del organismo.
El pescado debe ser fresco y de temporada, pero no hay que renunciar a él si la opción es diferente. Se recomienda pescado azul (salmón, sardinas, etcétera) como mínimo dos veces a la semana, ya que contiene ácidos omega 3 y 6, considerados protectores cardiovasculares.
Todos los vegetales son bienvenidos: verduras, legumbres, hortalizas, frutas y frutos secos se emplean por su aporte de vitaminas, fibra y minerales. Su riqueza en antioxidantes los convierte en elementos fundamentales para prevenir ciertas enfermedades, recomendándose consumir 5 raciones al día y que la fruta fresca natural sea el postre preferido, aunque puede tomarse a cualquier hora.