
Si el propio Pedro Sánchez creyera en el CIS que le cocina su amigo Tezanos, no tendría inconveniente en convocar elecciones. Es innegable que el Gobierno ejerce en precario, que pierde más votaciones de las que gana y que continuamente está siendo chantajeado por los nacionalismos periféricos. En definitiva, que el Ejecutivo sobrevive más que gobierna. El último barómetro del CIS dio hasta seis puntos de ventaja al PSOE sobre el PP, en un alarde optimismo sin precedentes en medio de una tormenta política y judicial que está desgastando a los socialistas y a la izquierda en general. Pero, para Tezanos, la magia de la demoscopia propicia que si hoy se celebrasen elecciones Pedro Sánchez mantendría su Gobierno. Con parecida inestabilidad, pero seguiría sentado en la poltrona de la Moncloa.
Pero en cuanto nos salimos del planeta CIS vienen los disgustos para el PSOE. Estos días pasados se han publicado tres nuevas encuestas, todas ellas en medios de ámbito conservador. En el sondeo realizado por Sigma Dos para El Mundo no solo el PSOE no le saca seis puntos de ventaja al PP, sino que es al revés, el PP alcanza el 33,9 por ciento de los votos, mientras que el PSOE apenas llega al 27,9. En escaños, la diferencia es enorme, con 31 diputados más para la formación que lidera Feijoo. Y el dato más relevante, la suma de PP y Vox daría 187 escaños, es decir, una mayoría muy amplia que les permitiría formar un gobierno de coalición.
La encuesta de NC Report para La Razón da números parecidos, mientras que la de Hamalgama Métrica para Voz Populi todavía le da mayor ventaja a los partidos de derechas, con un total de 192 diputados. Más atrás en el tiempo, pero todavía en el presente mes de abril, un medio progresista como El País publicó un sondeo del Instituto 40dB según el cual el bloque PP-Vox aventajaba al de PSOE-Sumar-Podemos en nueve puntos. En esta encuesta, si se suma al bloque de derechas el grupo de Alvise, SALF, estamos casi en la mitad de los votos.
La cuestión es que no parece que haya grandes diferencias entre las encuestas de la derecha y las de la izquierda, todas apuntan hacia un cambio de Gobierno en la Moncloa. Por supuesto, nada que ver con los seis puntos de ventaja que el CIS le da a Pedro Sánchez sobre el PP.
Pero, en cualquier caso, este escenario ya lo hemos vivido, con sondeos que daban a Feijoo más de 150 escaños y una amplia mayoría al bloque conservador. Entonces, la evolución de la campaña fue mortal para los populares, que se quedaron a muy pocos votos de gobernar. La cuestión es si Feijoo habrá aprendido de los errores anteriores para cuando llegue el momento de ir a las urnas. Sigue teniendo en contra la compañía tóxica de Vox, que, una vez más, explotará convenientemente Pedro Sánchez azuzando la figura de Franco y de la ultraderecha.
Lo cierto es que, volviendo al comienzo, está claro que, pase lo que pase, lo que no va a suceder es que el PSOE arrase y saque seis puntos de ventaja al PP. Esa es la fantasía de Tezanos.