
A las 12.33 del 28 de abril no logré activar la cafetera. En zona propicia a cortes intensos de luz, pretendí sin éxito contactar con la distribuidora de electricidad. Una alerta en el móvil anunciaba el apagón total en España y Portugal. El interés se desplazó a Barcelona y Porto, colegios y vuelos por medio. La radio, compañera ahora, y en la dana o la Madrugá sevillana, y un episódico WhatsApp o Signal, aliviaron ansiedades.
La radio aportó análisis y noticias. La gran debacle eran los ferrocarriles. Y ha sido en ellos y el transporte suburbano donde la incidencia sobre la población ha tenido sus efectos mas perversos. Confortándonos la gestión aérea, así como la atención hospitalaria y la información. Deudoras del «diésel» y los técnicos, como señalaba Javier Armesto en La Voz.
La radio anticipa la posición del jefe de la oposición, acusando al Gobierno de no dar información y calificándolo de «sobrepasado» por el apagón. Reclamando que el Ejecutivo actuase «de oficio», aun sin que los gobiernos autónomos lo solicitasen. Algo que hizo con teimosía ya en la dana valenciana, de la que se cumplieron seis meses, y con Mazón aún presidente.
Ante lo reiterado de la propuesta acudí a una aplicación de inteligencia artificial. La pregunta era sencilla: ¿puede el Gobierno español actuar de oficio frente a una competencia autonómica? La respuesta, prolija en antecedentes, señalaba: «Sin embargo, la relación entre el Estado y las autonomías es compleja, y las intervenciones del Gobierno central deben de respetar el principio de autonomía y las competencias de las comunidades autónomas».
La IA se ajustaba a lo que luego se vio: hasta ocho comunidades, las de Ayuso y Mazón incluidas, solicitaron al Gobierno de España elevar a nivel 3 su emergencia para que el Estado asumiera la gestión. La intervención del presidente Rueda agradeciendo esa gestión permitió reconocernos como un país normal. La dotación de transistores analógicos permitió conocer y aprender con la radio, y con ello calmar ansiedades. Por más que fallos en las telecomunicaciones impidieran participar con Antía Díaz en ese Despierta Galicia, una aventura de radio iniciada en 1991 en Camiño de volta y Radio Voz.
Las comparecencias del presidente del Gobierno han permitido acotar algunas líneas de investigación sobre las causas del apagón. Su énfasis en no descartar ninguna hipótesis se ha visto perfilado por Red Eléctrica descartando un ciberataque. Otros expertos, y el propio jefe del Ejecutivo, apuntan a la baja interconexión con Francia, al papel de Marruecos, a la situación en la crisis de las nucleares, el papel de la energía hidráulica y aquel asociado con la energía solar y la eólica. Y la actitud de los operadores privados señalada por Sánchez, que se ha reunido con ellos. A la espera de demandas, intereses, perjuicios y jueces. El primero actuando —este sí— «de oficio». En una España que asombra en la adversidad.