«No somos cuidadores y los colegios e institutos no son guarderías»

OPINIÓN

El colegio de Franciscanas de Ourense abrió sus puertas desde primera hora
El colegio de Franciscanas de Ourense abrió sus puertas desde primera hora MIGUEL VILLAR

04 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El apagón puso de manifiesto algo que muchos ya sabíamos: la baja valoración de la educación. Como siempre, la educación es una de esas cosas que salen mal paradas. Una de las medidas estrellas tras el apagón, y razón principal que me trae hasta aquí, es que gran parte de las comunidades, como en el caso de Galicia, en donde vivo y trabajo como profesor, decidieron, por orden del Gobierno, quien tomó la gestión de la situación, suspender la actividad lectiva de los centros. Es decir, que no hubiese clase. Pero, en cambio, estos debían permanecer abiertos para ayudar a la conciliación familiar. Y ahí es donde reside el problema, ver a los centros educativos como espacios que ayudan a la conciliación y no como lugares donde educar, enseñar y formar a personas. Lo digo alto y claro: no somos cuidadores y los colegios e institutos no son guarderías. Somos educadores, los responsables en la formación de vuestros hijos, y los centros son espacios en donde se forman a personas críticas. Debemos desterrar del imaginario colectivo esa idea errónea de que los colegios son espacios en donde dejar a los hijos de 9 a 2. Eyner Fernández. Lugo.

¿Convocatoria pública o teatro mal montado?

El 30 de abril participé en un proceso selectivo para formar parte de las listas de maquillaje de la CRTVG. Sobre el papel, era una convocatoria pública y objetiva; en la práctica, resultó ser cualquier cosa menos eso: las aspirantes fuimos llamadas en tandas sin orden aparente, siendo las primeras en pasar aquellas que ya estaban en listas. Para más sorpresa, fueron llamadas por su nombre y apellidos delante del resto. ¿Dónde queda el anonimato? La prueba práctica fue evaluada solo por la presidenta del tribunal, que había sido profesora de varias participantes. No hubo criterios de evaluación públicos, ni rúbrica, ni grabación, ni supervisión externa. ¿Imparcialidad? Brilló por su ausencia. Como profesional del maquillaje, pido más respeto por los derechos de las candidatas. Como ciudadana, exijo que los procesos selectivos en medios públicos se desarrollen con transparencia, igualdad y justicia. Alba Cabadas. Lugo.