El kéfir

Carmen Reija
Carmen Reija FARMACÉUTICA Y DIVULGADORA SANITARIA

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

03 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Se denomina kéfir a los gránulos gelatinosos con los que se fermenta la leche y al producto resultante. Es una bebida fermentada y cremosa considerada un buen probiótico, que facilita la digestión y refuerza las defensas. A nivel nutricional, el kéfir aporta pocas calorías, grasas e hidratos de carbono y contiene vitaminas (A, D, del grupo B y K), proteínas, minerales (calcio, fósforo y magnesio), enzimas y probióticos.

Es posible encontrarlo en supermercados y centros especializados en forma de leche, agua y té, con diferentes presentaciones y aplicaciones. Su aspecto es similar al de la coliflor, de consistencia gelatinosa y blanda, con nódulos recubiertos por un polisacárido. Mire la etiqueta porque tiene fecha de caducidad.

A pesar de que no suele estropearse, puede reconocer que se encuentra en mal estado cuando cambia de color (se vuelve amarillo oscuro o marrón), presenta moho en su superficie, huele rancio o se produce una separación de los líquidos.

Puede prepararlo en casa (a partir de leche de vaca o de cabra, por ejemplo) o comprarlo ya elaborado (solo o con frutas, por ejemplo), combinando bien con alimentos dulces (miel, fresas, plátano o cereales) o salados (carnes o pasta).

Entre las recomendaciones en la cocina destacaría que el queso de kéfir puede emplearse para elaborar tostas con salmón, por ejemplo. En el desayuno puede ser combinado con cereales integrales, frutos secos, frutas y semillas, entre otros. Asimismo, es un ingrediente adecuado para elaborar salsas (con ajo, perejil y aceite, por ejemplo) para acompañar ensaladas, verduras, carnes o pasta.

El kéfir puede emplearse para preparar platos de repostería (tartas, galletas y bizcochos, por ejemplo) como sustituto de los lácteos, resultando también adecuado para elaborar batidos de frutas y helados naturales.

Entre los beneficios atribuidos al consumo de kéfir destacaría que es totalmente digerible, regula el sistema digestivo, facilita la recuperación de la flora intestinal, favorece la actividad del sistema inmunitario, aumenta la absorción de calcio mejorando los problemas óseos asociados a la edad, constituye un antibiótico natural y optimiza la actividad metabólica.