«Debería haber un cartel muy grande a la entrada que dijese: «Absténganse jubilados»»

OPINIÓN

JOSE PARDO

27 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

O feísmo vence fronte a beleza

A Deputación vai cortar unha preciosa e fantástica estrada rodeada de plátanos de polo menos 80 anos. Trátase da estrada de acceso á igrexa de Santaia, en Teixeiro, onde naceu san Pedro de Mezonzo. Vai converterse nunha estrada de dous carrís, flanqueada por unha senda peonil de formigón. Parece que volvemos aos 60 cando o formigón era a panacea da modernidade. É incrible que en pleno século XXI se cometa semellante atrocidade. Teixeiro é unha das moitas vilas esmagadas polo desarrollismo. Os sucesivos alcaldes, non por malicia senón por descoñecemento, desfán e fan as beirarrúas pensando que así arranxarán o adefesio. Mais o adefesio amáñase con dúas cousas: respecto pola tradición e planificación. Os veciños teñen que ser escoitados e teñen que ter resoltos os seus problemas, mais hai que ter un plan estratéxico para o concello. Se a reforma se leva a cabo, só ofrecerá 9 metros de negro asfalto para chegar á igrexa en vez do marabilloso bulevar actual. Xabier Vázquez Corral.

Control de la tarjeta de discapacidad para aparcar

He recorrido gran parte de España con mi vehículo llevando siempre la tarjeta de discapacidad y nunca tuve problemas a la hora de estacionar en la zona azul, excepto en Santiago. Recientemente me multaron porque los controladores no pudieron ver todos los datos de la tarjeta de minusvalía (en concreto, la fecha de caducidad). Muchos discapacitados tenemos dificultades para colocar la tarjeta como se nos exige, la llevamos sobre el salpicadero del vehículo y al frenar se va hacia delante y se queda entre el salpicadero y el parabrisas, o se desliza hacia el lado contrario. Después de estacionar tenemos que salir del vehículo, abrir la otra puerta (que da a la carretera, con la inseguridad que eso supone) y volver a colocarla bien.

Además, muchas veces no podemos estacionar en las plazas reservadas para personas con movilidad reducida debido a que están ocupadas por vehículos que no poseen la tarjeta. También es frustrante ver motos y bicicletas estacionadas de manera irregular, incluso sobre las aceras, lo que dificulta el paso a personas tanto sin discapacidad como con ella. Lo sorprendente es que, cuando se denuncia esta situación a los controladores nos dicen que no es su problema y que debemos llamar a la policía local. Anxo Carlés Muñiz.

Adoquines en Ferrol

En Ferrol debería haber un cartel muy grande a la entrada que dijese: «Absténganse jubilados». Parece mentira que una ciudad en donde más de la mitad de la población superamos los 60 años, cada vez nos dificulten más movernos por sus calles. Los adoquines están muy separados entre sí y al no estar pulidos resulta imposible caminar sobre ellos, sobre todo a personas que arrastramos los pies al andar. Señores gobernantes, piensen ustedes que algún día también serán ancianos. María del Carmen Barreiro López.