Cobre y receptadores

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

28 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Siguen los robos de cobre y, como consecuencia, las interrupciones en la circulación de trenes, cuando lo que se sustrae es el cobre de las líneas de ferrocarril. Estos robos de cobre provocan molestias a los viajeros de Renfe cuando los trenes se paran en medio de un túnel o en la mitad de la nada, las puertas no se abren y los viajeros quedan encerrados en el interior de los vagones. No se entiende muy bien que los viajeros pasen horas y horas sin que nadie les haga llegar agua y alimentos.

Hay que erradicar este tipo de robos. En primer lugar, sería necesario incrementar la vigilancia en las zonas más propicias a la sustracción de cobre. Habrá que instalar cámaras de vigilancia, realizar batidas con helicópteros y drones y usar el personal de Renfe. Estos robos de cobre se hacen para obtener un beneficio, vendiéndoselo a alguien. La vigilancia de los receptadores es quizá más importante que la de los cacos. Hay que impedir que los ladrones encuentren quien les compre el cobre robado.

Un receptador es la persona que adquiere bienes que son producto de un delito o que se sospecha que puedan serlo. La receptación es un delito que puede ser penado hasta con cárcel (desde 6 meses a dos años). Las penas pueden agravarse si se trata de bienes de primera necesidad: conducciones, cableado, equipos o componentes de infraestructuras de servicio eléctrico, etcétera.