Cuestión de confianza para los dos

César Casal González
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OPINIÓN

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera, María José Montero, escuchan la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante la sesión de control.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera, María José Montero, escuchan la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante la sesión de control. MARISCAL

08 jul 2025 . Actualizado a las 12:09 h.

Es urgente la cuestión de confianza para el presidente del Gobierno. El debate de mañana va a ser un circo, otra representación teatral del lodo por el lodo. Da igual las medidas que presente después del nuevo fiasco que Pedro Sánchez tuvo que desayunarse el sábado por la mañana, horas antes del Comité Federal. Dicen que fue fuego amigo, que salió de su partido, el que denunciaba que Paco Salazar, uno de los que iban a reforzar la vigilancia, tenía acusaciones anónimas por su comportamiento inadecuado con compañeras socialistas. En seguida se actuó. Pero aún sigue perteneciendo al partido. El ministro Bolaños lo justificó ayer de forma endeble diciendo que hay que esperar a que finalicen las investigaciones. Si Paco Salazar no sirve para un cargo por presunto acoso, no debería seguir en las filas de un PSOE que busca recuperar crédito. El que necesita mucho más que dar cuentas en el Congreso mañana con las nuevas medidas para endurecer los protocolos anti corrupción es Pedro Sánchez. Debe dar el paso que no se produce en este país desde el año 90 y someterse a una cuestión de confianza. Únicamente necesita mayoría simple y los españoles precisan algo más que relatos y gestos de pena. Urge que sepamos si este Gobierno cuenta con el apoyo de sus socios de investidura. La decisión le compete a Sánchez, pero es la única manera para demostrar que puede continuar con la legislatura más allá de pedir perdón y de sumar buenas palabras. ¿Este país se merece saber si Sánchez es capaz de sacar adelante la mayoría simple de una cuestión de confianza? Sí ¿Podemos seguir eternamente sin presupuestos? No lo creo. Se está convirtiendo a pasos agigantados en un presidente interino, sin fuerza, lo que menos necesitamos.

Por el lado de su rival político, Feijoo, también faltan certezas y claridad. Parece que ha logrado la unidad absoluta de su partido. Pero sigue sin tener el poder para sacar adelante una moción de censura. La única salida es que se precipiten los acontecimientos y que se celebrasen unas elecciones anticipadas, algo que es difícil que Sánchez decida. La confianza que precisa Feijoo es de otro tipo. No pasa por el Congreso. Él es presidente de su partido y da la sensación de que en su fuerza política están unidos para conseguir el objetivo de alcanzar la Moncloa. Pero, ojo, el crédito del que goza tiene fecha de caducidad: dos años. Más allá, muchos aplausos y fresas del otro día se volverán puñales. ¿Qué tipo de confianza precisa entonces Feijoo? Pues que los españoles de centro o decepcionados con el PSOE le crean en esa apuesta de que gobernará en solitario. Es difícil confiar en que Feijoo no dependerá de Vox más allá de su promesa en voz alta de que buscará apoyos de investidura, pero no de Gobierno. La pregunta es ¿cuánto le exigirá Abascal? ¿Tenemos que confiar a ciegas en que Feijoo construirá un país centrado sin radicalizarse con las exigencias de la ultraderecha? Lo veo difícil. No queremos vivir en esta angustia ardiente de ir hacia ninguna parte de Sánchez ni retroceder en derechos con un Feijoo maniatado por Vox.