Crónica de las medallas

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Imagen de archivo de la Cidade da Cultura, en el monte Gaiás de Santiago
Imagen de archivo de la Cidade da Cultura, en el monte Gaiás de Santiago PACO RODRÍGUEZ

27 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La de las Medallas de Oro de Galicia es una ceremonia que se celebra anualmente en la Ciudad de la Cultura del monte Gaiás, que mantiene su inquietante aspecto distópico y por donde uno espera cruzarse con muertos vivientes —y a veces ocurre—. Al acto acuden las fuerzas vivas bajo rigurosa invitación. Y a mí, como a Charly, el niño de la fábrica de chocolate de Roald Dahl, me tocó una. O sea que allá me fui con mi mejor talante. Los premiados, además de la princesa Leonor, de lo que ustedes ya tuvieron noticia, fueron dos alcaldes portugueses, el de Oporto y el de Braga. En eso ahora hemos mejorado mucho porque Fraga Iribarne otorgaba más de treinta: tres de oro, doce de plata y veinte de bronce. ¿Se imagina usted que le concedan una medalla de bronce? El honor pasa a ser una ignominia. En aquellos tiempos, entre los premiados y sus familias llenaban todo el aforo del Auditorio —que lo del monte apenas comenzaba las obras—. En fin, en el acto a las fuerzas vivas nos sentaron a cada una en su sitio, y uno se dio cuenta, allá al fondo, de la poca vida que le queda. Los alcaldes hablaron y hablaron bien, ambos un poco sorprendidos de su premio, y el presidente Rueda también, aunque —emulando a Feijoo— balancea la cabeza, qué le vamos a hacer. Al final un más que dudoso himno gallego. Una vez servido el vino y el pincho, lo justo para llegar a comer a casa, salí del inmenso edificio y recordé las pirámides de Giza. Y pensé en lo a gusto que estaría allí enterrado don Manuel.