Es la soberanía energética de Galicia

francisco Méndez DELEGADO DE CC.OO. EN EL SECTOR EÓLICO

OPINIÓN

ANA GARCÍA

03 ago 2025 . Actualizado a las 09:33 h.

Este 1 de agosto, tras una larga espera, la economía gallega respira aliviada. El fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europe (TJUE) sobre las paralizaciones indebidas de 86 parques eólicos abre la puerta a que Galicia pueda volver a hacer uso de sus recursos para caminar hacia su soberanía energética, su desarrollo industrial y su progreso económico.

Recuerdo cuando en diciembre del 23 se publicaba un pronunciamiento del Supremo sobre este mismo tema: la vulneración de la normativa que suponen las suspensiones cautelares dictadas en gran número (86) por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Ya llevábamos dos años de incomprensible paralización. Hoy, de nuevo, los promotores de uno de los mayores ataques al desarrollo económico de Galicia del que tengo noticia reciben un revolcón jurídico, esta vez por parte del TJUE.

La paralización de 86 parques eólicos, con el consiguiente freno a miles de millones en inversiones y la creación de decenas de miles de empleos resulta como mínimo irresponsable. Una acción tan absoluta y sostenida de bloqueo a un sector produce estupor.

El dictamen publicado por el TJUE abre una puerta a nuestra soberanía energética, a ser capaces de aprovechar un recurso del que Galicia dispone para producir energía limpia, barata y autóctona, que permita desarrollar industria y actividad económica, crear puestos de trabajo, bienestar y desarrollo. Permitirá también a la comunidad autónoma gallega no estar en manos de tiranos que manejan el gas natural a nivel global y que no dudan en financiar acciones para proteger su negocio. Dicho dictamen nos ofrece un mayor nivel de seguridad.

Pero me temo que esta batalla no ha terminado, que hay intereses en continuar con el bloqueo del desarrollo eólico en Galicia, y en este punto la sociedad gallega debe defenderse, reconocer a quienes la sabotean, condenar al ostracismo a quien la agrede y continuar con su camino hacia el futuro, ignorando y dejando atrás actitudes tan dañinas para esta nuestra tierra. Conseguiremos, gallegos y gallegas, vivir en un país con futuro sostenible y energías limpias.