Rosalía, el silencio y la presión

Azucena Alfonsín
Azucena Alfonsín A CALZÓN QUITADO

OPINIÓN

Octavio Guzmán | EFE

La estrategia de Miguel Adrover para sacar a la cantante del armario de Palestina fue muy abrupta, casi violenta, pero funcionó

06 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay silencios que duelen más que un grito. Algunos son ensordecedores. Y es verdad que un tuit no puede detener un bombardeo, pero hemos comprobado en repetidas ocasiones que la unión hace la fuerza. La estrategia de Miguel Adrover para sacar a Rosalía del armario de Palestina fue muy abrupta, casi violenta, pero funcionó. A la cantante no le quedó más remedio que mojarse. Y lo hizo condenando la cruel situación de Gaza: «Es terrible ver día a día cómo personas inocentes son asesinadas y que los que deberían parar esto no lo hagan». 

Se defendió con un mensaje mesurado en el que cuestionó la dirección de las críticas del diseñador, que se negó a confeccionarle el vestuario. La catalana considera que hay que señalar a quienes deciden y tienen poder de acción. Y no le falta razón. Pero la denuncia pública es un primer paso para ejercer presión. Lo hemos visto otras veces con otras causas como el Me Too, el Black Lives Matter o la guerra de Ucrania.

Aun así, no es justo señalar a una artista por lo que no dice o por lo que no hace. Está en su derecho, como cualquiera, de decidir si quiere pronunciarse. Sin embargo, su silencio abrió un debate necesario porque lo que está ocurriendo en Gaza es una masacre. Y no se está hablando lo suficiente de los niños que mueren día tras día. Ni de la destrucción sistemática que avanza sin piedad mientras el mundo sigue su curso. Seamos realistas, como sociedad estamos haciendo muy poco para detener la barbarie.

Una mujer y sus hijos, en el funeral de un grupo de palestinos muertos durante un ataque israelí
Una mujer y sus hijos, en el funeral de un grupo de palestinos muertos durante un ataque israelí Ramadan Abed | REUTERS

Y es aquí donde la voz de los más influyentes cobra sentido. Lo vimos cuando más de 380 profesionales del cine, entre ellos Pedro Almodóvar, Joaquín Phoenix y Susan Sarandon, firmaron una carta denunciando el genocidio en Gaza. O cuando artistas como Dua Lipa, Mark Ruffalo, Billie Eilish, Olivia Rodrigo, Cate Blanchett o Macklemore convirtieron sus redes y su obra en actos de protesta. Cada gesto evita que el horror caiga en el olvido. Después de todo, quien calla, otorga. Y, ante actos de violencia, el silencio te hace cómplice.