Cables submarinos y soberanía digital

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

14 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cables submarinos se han convertido en una infraestructura crítica para el desarrollo tecnológico y económico mundial. Estamos en la era de la conectividad digital y estos sistemas, que transportan más del 95 % del tráfico internacional de datos, son responsables de respaldar todo, desde las transacciones financieras a la transmisión de contenidos y las comunicaciones diarias.

España, gracias a su ubicación geográfica entre Europa, África y América, se ha convertido en un nodo estratégico de esta red global. Ciudades como Barcelona y Santander son puntos neurálgicos para el anclaje de cables submarinos, y la ciudad cántabra acoge dos de los proyectos recientes más importantes. Por un lado, Anjana, impulsado por Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp...), que conecta con Myrtle Beach (Carolina del Sur, Estados Unidos, a 7.121 kilómetros de distancia). Con una capacidad de casi 500 terabits por segundo, será el sistema de mayor capacidad del mundo; el cable tendrá 24 pares de fibra y cada uno de ellos puede transportar 20 Tbps, doscientas veces más que los cables transatlánticos de la primera década del siglo XXI.

Por otra parte, el cable Sol, desarrollado por Google, unirá Santander con Palm Coast (Florida), pasando también por Azores y Bermudas. Tendrá 16 pares de fibra óptica y permitirá llevar los beneficios de la IA a personas y empresas de todo el mundo, añadiendo capacidad, aumentando la fiabilidad y reduciendo la latencia para los usuarios de Google Cloud. La compañía del buscador ya instaló hace cuatro años otro cable, denominado Grace Hopper, en Sopelana (Vizcaya), de 16 pares de fibra y que conecta con el Reino Unido y desde allí con EE.UU.

Uno de los retos más importantes de los cables submarinos es su dependencia de infraestructuras propiedad de empresas no europeas. El proyecto Gaia-X busca garantizar la soberanía digital del continente mediante la creación de una red de datos segura e interoperable controlada por actores europeos. El Grupo Aire (telecomunicaciones) lidera la iniciativa del nodo español de Gaia-X y también vela por la seguridad y resiliencia de estos sistemas, dado que los cables submarinos pueden ser vulnerables a ciberataques, sabotajes físicos y roturas accidentales.